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Emilio Valencia: «La incertidumbre política está frenando proyectos industriales en la C. Valenciana»

Emilio Valencia: «La incertidumbre política está frenando proyectos industriales en la C. Valenciana»

Emilio Valencia Concha nació en Torralba de Calatrava, Ciudad Real, en 1966. Licenciado en Derecho por la UNED, es también técnico especialista en Informática de Gestión y graduado del Máster en Dirección de Marketing y Gestión Comercial-ESIC. Inició en 2002 su trayectoria en esta entidad, que absorbió a entidades valencianas como RuralCaja, Caja Campo o Caixa Castelló y en cuyo grupo están integradas dos decenas de cooperativas de crédito de la autonomía.

¿Cómo ha evolucionado el balance de Cajamar en la Comunitat Valenciana en el último año?

Hemos incrementado nuestro volumen de negocio en torno a 884 millones de euros. Se ha duplicado respecto a los 440 de 2014. Queremos llegar a los 1.400 de incremento en 2016.

¿Cómo van a conseguirlo?

A través de la inversión, atendiendo los recursos de nuestros clientes y, sobre todo, con la financiación. Estamos muy introducidos en el sector agroalimentario y ahora estamos abriendo la financiación y nuestra presencia en la pequeña y mediana empresa y autónomos. Ahí es donde tenemos las mayores posibilidades de crecimiento.

Respecto a lo que decía de los depósitos, ¿van a hacer algún tipo de política agresiva de captación?

Actualmente no se puede hacer una política agresiva. Todas las entidades financieras están abriendo más la captación de recursos y derivándolos para fondos de inversión. No hay una campaña activa pero sí una demanda por parte de nuestros clientes y empresas para contratar fondos de inversión y obtener una mayor rentabilidad que la que proporcionan los depósitos.

¿Perciben un parón en la actividad económica valenciana?

Si en 2015 veíamos que se estaba revitalizando la economía y se iniciaban nuevos proyectos, ahora estamos observando que hay proyectos e ideas que están a la expectativa de ponerlos en marcha en función de cómo se desarrollen los acontecimientos.

¿Qué los frena, la situación política o la económica?

Son más las incertidumbres políticas.

¿Qué tipo de proyectos son?

Industriales y empresariales. Son proyectos de inversión en las propias empresas y de creación de otras. Sobre todo en el sector agroalimentario y en las pymes.

Varias entidades financieras están anunciando recortes en oficinas y empleados para tratar de contener costes en un contexto de caída de la rentabilidad. ¿Tiene planes similares al respecto Cajamar?

Nosotros ya hemos hecho esas medidas. Nos gustaría seguir manteniendo el nivel que tenemos en la Comunitat Valenciana e incluso incrementarlo. En personal, hicimos un ERE voluntario que no ha sido traumático. Queremos seguir en esa línea, manteniendo el empleo e incrementado nuestra cuota de negocio en la Comunitat Valenciana.

Se habla de fusiones en el sector. ¿Está negociando Cajamar la incorporación de nuevas cooperativas valencianas a su grupo?

Actualmente, no. Estamos abiertos a seguir hablando y negociando con la gente.

¿Y en el resto del sector financiero?

Esperábamos que hubiera algún movimiento en 2015 y 2016, pero, como pasa con los proyectos de los que hablábamos antes, también existen expectativas de ver qué pasa para acometerlos. Sí oímos que puede haber movimiento, que pueden ser necesarios y que el propio supervisor impulsa que se vayan realizando. Pero las rurales estamos ajenas a esos proyectos.

El Gobierno preparaba una reforma del cooperativismo español para concentrar el sector en uno o dos grupos. ¿Qué noticias tienen al respecto?

Había un borrador de decreto pero quedó paralizado antes de las elecciones autonómicas. Nosotros apostamos por una integración del cooperativismo de crédito para competir con grandes bancos.

Las cooperativas están muy ligadas al medio rural. ¿Le han comido terreno a los bancos, muchos de los cuales se han replegado de esos territorios durante la crisis?

En buena medida, sí. [La crisis] ha propiciado que ese perfil de cliente que quizás no sea tan atractivo para la banca, el pequeño, el menudeo, que para nosotros es un referente, sí hemos conseguido en algunas zonas ampliar nuestra cuota de mercado, sobre todo en la zona de Requena y Xàtiva.

¿Hay más clientes valencianos que se giran hacia las cajas rurales tras el descrédito que han sufrido los bancos durante la crisis?

No lo hemos percibido. El descrédito no es atribuible a toda la banca, pero lo hemos sufrido todos en mayor o menor medida, porque al final es el sector el que está estigmatizado por las situaciones que han pasado en años anteriores.

Paralelamente, los grandes bancos, en busca de incrementar su negocio, también están creando divisiones para captar clientes del mundo agrario y rural. ¿Cómo les ha afectado esta nueva competencia?

Es una competencia agresiva, son entidades fuertes a nivel nacional, pero no debemos olvidar que en el sector agrario son las cajas rurales las que han estado antes de la crisis, durante y ahora. Es cierto que también nos estamos introduciendo en la pyme, que es donde ellos trabajan en mayor medida, porque todos hacemos banca universal.

Muchas rurales se hundieron por vincularse en exceso al sector inmobiliario. Ahora que los bancos vuelven a centrarse en esa rama de negocio, ¿qué están haciendo las cooperativas?

Lo que tenemos que hacer es diversificar el negocio y atender a nuestros socios, que vienen de distintos sectores. La concentración viene más hacia el sector agroalimentario, que es nuestro sector estratégico, que hacia otros sectores que puedan ser coyunturales en el tiempo.

¿Tiene Cajamar planes específicos de apoyo al sector agrario valenciano? ¿Cómo está funcionando el crédito a ese sector?

Tenemos productos y planes específicos para cultivos que se desarrollan en la Comunitat Valenciana, como cítricos, kiwis, caquis, aceite... Son incluso más ventajosos que en otras comunidades. La Comunitat Valenciana es la más importante para Cajamar. Tenemos casi un tercio del negocio aquí, donde hay mayor número de oficinas, socios y empleados. Cajamar es ahora mismo más valenciana que de cualquier otro sitio. Ese es uno de mis objetivos, que se perciba así. Ahora tenemos que valencianizar Cajamar, no a través de un discurso, sino con hechos. Aquí es donde tenemos más peso, más recursos y mayores objetivos a medio y largo plazo.

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