La situación de la innovación empresarial en España se encuentra en una posición intermedia - baja dentro del contexto europeo, habiendo experimentado un importante descenso en cuanto al número de empresas innovadoras. Sobre el origen de las innovaciones, cabe decir que el 50% de las ideas provienen de las propias empresas, lo que hace necesario contar con sistemas para «captar ideas» dentro de la organización, aunque desde luego también con sistemas de colaboración y «cocreación» con los proveedores, clientes y otros actores en el sistema de I+D+i.

Se hace necesario desarrollar una Organización Innovadora, para lo cual la empresa debe implantar una «cultura innovadora» que capacite al equipo de trabajo a estar en constante cambio, en un aprendizaje permanente, con capacidades para adaptarse a los nuevos cambios, a nuevos contextos, a nuevas tecnologías, y a nuevos modelos de negocio.

Este tipo de organización dentro de la empresa conlleva tener una estrategia en la toma de decisiones sobre nuestros productos y servicios, nuestra relación con clientes y proveedores, reaccionar ante la competencia, adelantarse a los posibles cambios del mercado, de la tecnología o los procesos de producción, etcétera La dirección tiene que valorar la importancia de la innovación, promocionar o reclutar gente innovadora, proporcionar un entorno innovador y gestionar de forma continua experimentos y proyectos. Los resultados podrán involucrar un nuevo producto, un nuevo servicio, nuevas prácticas y/o procesos y/o nuevas tecnologías; o combinaciones de estos.

Para conseguir esto debemos tener en cuenta una serie de factores: alinear nuestra organización en el convencimiento de que el futuro requiere hacer cosas distintas; motivar a los equipos para que participen activamente sin que se castiguen las equivocaciones y errores, pues sino nadie querrá intentar nada nuevo por el riesgo a fallar; apoyarse en un método y unas herramientas claras para que el proceso de la innovación no se vuelva anárquico; se tienen que plantear proyectos y resultados reales, con métricas para medir el avance de las acciones y ver si conviene avanzar, cambiar o desechar; y por ultimo, como actualmente es difícil encontrar todo el talento de forma interna, la organización debe estar abierta a ideas y talento externo que nos permita complementar capacidades, para ampliar horizontes.

La incorporación de las nuevas tecnologías de la información y comunicación, permiten gestionar la gran cantidad de datos que se encuentran en nuestra propia empresa y en el entorno en que esta se desenvuelve, para identificar y explotar oportunidades e ideas que permitan mejorar nuestra posición competitiva en el mercado.

Sin una organización innovadora es muy difícil desarrollar procesos de innovación, y sin innovación las empresas quedan ancladas y sin futuro en los mercados tan cambiantes del mundo actual.

Director de CEEI Valencia