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Así se garantiza el futuro laboral

Así se garantiza el futuro laboral

Las nuevas tecnologías han revolucionado el mundo en que vivimos en los últimos años. La transformación de la sociedad y de los hábitos ha sido descomunal. Y no se va a quedar ahí. El mercado laboral, sin embargo, anda rezagado en este proceso: las empresas y los trabajadores deben adaptarse a las últimas tendencias para mantenerse competitivas. Para garantizar un proceso exitoso, las organizaciones buscan trabajadores que posean conocimientos, pero también las llamadas soft skills o habilidades de gestión. Éstas se relacionan con la inteligencia emocional, el arte de la comunicación o los hábitos personales. ¿Cuáles son las habilidades que van a necesitar las empresas y sus empleados? En el informe elaborado por The Institute for the Future titulado Future Skills 2020 y hecho público por Randstad, se han identificado las adptitudes clave que precisarán los trabajadores de aquí a 10 años:

«Sensemaking»: Esta idea viene desarrollándose desde principios de los años 70. Es la habilidad que tiene una persona para conectar los puntos y entender las señales del mundo que le rodea, siendo capaz de darle un sentido y de poner en marcha nuevas ideas. En palabras de Leo Burnett: «La curiosidad sobre la vida en todos sus aspectos continúa siendo el secreto de las personas más creativas».

Inteligencia social: Hoy en dia nadie se puede plantear trabajar estando aislado. Cada vez se hace más hincapié en la cooperación y en la importancia de las relaciones sociales. Por esta razón, tener la capacidad de entender las emociones de los demás, para comprenderlos y conectar con ellos, es de crucial importancia. La inteligencia social acerca a los negocios el lado más humano y, como John Hagel ha señalado, se basa en hacer las preguntas correctas.

Pensamiento innovador y adaptable: Ya lo dijo Albert Einstein: «si quieres resultados diferentes, no hagas siempre lo mismo». En un mundo en constante transformación, quien no quiera quedarse a mitad de camino tendrá que mirar hacia delante, proponerse nuevas metas, adaptarse a las nuevas realidades y, lo más importante, no dejar nunca de aprender.

Hablar el lenguaje «media»: Cualquier empresa, si quiere destacar, debe de tener presencia en los medios digitales. Existen incluso algunas compañías que se encargan de ayudar a otras a gestionar sus espacios en la red. La llamada generación Z lleva ventaja, ha nacido con la tecnología bajo el brazo y está acostumbrada a las interacciones sociales mediante medios virtuales, es decir, domina el lenguaje digital de forma nativa, algo que cada día tiene más importancia en el mundo laboral.

Transdisciplinaridad: Se refiere a la capacidad de poder adoptar varios puntos de vista, sirviéndose de un enfoque más general de las situaciones. Poder ver un problema con perspectiva y, recogiendo muchas ideas, afrontarlo y conseguir solucionarlo creando algo nuevo.

Mentalidad de diseño: La mayoría de los trabajadores ha pasado por diferentes lugares de trabajo a lo largo de su vida. Por esta razón, saben que en algunos espacios se trabaja mejor que en otros. Por ejemplo, en el estudio de animación DreamWorks Animation, cualquier empleado puede asistir a clases de yoga durante el trabajo, lo que, ciertamente, ayuda al surgimiento de ideas. La mentalidad de diseño debe dotar al trabajador de la capacidad para hacer las modificaciones oportunas en la organización, buscando la mayor comodidad y optimización del trabajo.

Competencias multiculturales: Cada vez más, en el lugar de trabajo habrá gente de diferentes países, culturas y razas. La globalización acentúa la diversidad y, debido a ello, es esencial saber adaptarse y aceptar las diferencias.

Pensamiento computacional: Las personas proporcionan una cantidad ingente de información sobre ellas mismas y sus gustos. A raíz de esto, las empresas necesitan más analistas de Big Data que sean capaces de asimilar y canalizar esta información, y de esta manera obtener ventajas competitivas para la compañía.

Buen manejo de la información: Las personas no sólo generan información, también la reciben en abundancia a través de diferentes medios (móvil, internet, revistas, anuncios?). Saber seleccionarla, filtrarla y priorizarla de una forma creativa, algo que las máquinas no pueden, debe convertirse en una destreza que el trabajador tiene que dominar.

Colaboración virtual: En un mundo cada vez más globalizado, donde una misma empresa dispone de distintas sedes alrededor del mundo, es imprescindible que los equipos que la componen estén familiarizados con las herramientas de colaboración virtual. Muchas compañías utilizan aplicaciones como Skype para realizar reuniones a distancia, Google Drive para compartir documentos o redes sociales internas para poder trabajar conjuntamente con compañeros de otras ciudades y países, creando así una especie de «cadena de montaje» de ideas y fomentando el aprendizaje en línea.

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