Invertir en una startup no es tarea fácil, y todavía se hace más difícil si estás pensando en hacerlo sólo. Quizá el primer planteamiento que ha pasado por tu mente ha sido invertir a través de un vehículo, y probablemente lo hayas descartado por los gastos de gestión asociados al mismo.

Pues bien, este comportamiento puede llegar a ser un error. Hemos visto en multitud de ocasiones inversores que han decido repartir su capital de manera individual, o cometido el error, por desconocimiento, de invertir empresas muy inmaduras, iniciales, que se alejan mucho del concepto de startup. Al final están invirtiendo en dos tres oportunidades gran parte del capital que tenían para invertir en este tipo de iniciativas, sin darse cuenta de que en muchas de las ocasiones, los gastos asociados a la modalidad de inversión acompañada a través de vehículos, se pagan casi por sí mismos.

Bueno y esto ¿por qué? Básicamente porque para invertir en este tipo de oportunidades, el inversor necesita identificar a los mejores proyectos. Una búsqueda de aquella empresa que le permita generar un retorno de cincuenta veces el capital invertido, una oportunidad que se encuentra en una de cada cien propuestas. Al final, si el inversor no se dedica de manera «profesional» a la inversión en startups, es decir, si se dedica a otro negocio o a gestionar patrimonio distinto a este, se encuentra en una situación realmente difícil. Una situación que no le permite, por tiempo y dedicación, conocer las mejores operaciones.

Si bien es verdad que las redes de business angels, foros y demás eventos específicos del sector, pueden acercarte a un deal flow, estas opciones también cuentan con un coste asociado. Y que decir que, para acercarse a todas las oportunidades, es necesario visitar o conocer a más de uno con un gran coste de tiempo, búsqueda y selección. Pero bueno, la parte complicada como siempre no es la de invertir, sino la de desinvertir, y ahí es donde mayor valor agrega un equipo de gestión profesional. Y si te preguntas el por qué, la respuesta tiene que ver con la visibilidad, con el seguimiento de las invertidas y con la creación de esa red de conexiones emocionales con los posibles futuros compradores.

El equipo de profesionales, creará y hará seguimiento de esas conexiones por ti, mantendrá el contacto con las invertidas realizando seguimientos, y te acercará a los futuros inversores que se harán cargo de comprar tus acciones. Compradores como esos grandes fondos de inversión extranjeros, que ponen como mínimo entre 5 y 10 millones de euros por operación, y que nos permitirán una salida rápida para los business angels.

Entonces, al final es mejor ¿sólo o acompañado? Pues a ver, si lo que quieres es probar y ver que pasa, puedes plantearte hacer una operación individualmente. Pero, si lo que de verdad quieres es invertir en startups y acceder a la posibilidad de tener éxito, deberías plantearte hacerlo acompañado. Es más, el mero hecho de ir acompañado, no te limita a que puedas, en gran parte de las ocasiones, invertir de manera individual algo más en alguna de las participadas que tu vehículo tenga en el portfolio. El simple hecho de estar en el vehículo, te genera una profesionalización y te acerca a una alta diversificación.