«El tomate valenciano empieza a valorarse fuera de la Comunitat Valenciana. En Madrid lo estamos vendiendo desde hace poco tiempo con buenos resultados, así como en varios puntos del norte de España», explica la nueva gerente de la Cooperativa Valenciana Unió Protectora d'El Perelló, Elena Villegas. Con el permiso de otros paladares selectos de Cataluña, Murcia, La Rioja o Andalucía „que también presumen de sus hortalizas„ «el tomate valenciano es el mejor del mundo por su piel fina, carnosidad, escasas semillas y sabor entre ácido y dulce», puntualiza la ejecutiva de la cooperativa en vísperas de que arranque la celebración de la Feria y Jornadas Gastronómicas de Tomate de El Perelló.
La campaña de verano no ha estado mal para el grupo de productores con cultivos en el entorno del parque natural de La Albufera. La cooperativa aglutina la cosecha de 84 agricultores repartidos en sesenta hectáreas de superficie. Prevé comercializar algo más de dos millones y medio de kilogramos en volumen, lo que supone incrementar las cifras de la campaña de 2015. Además de las diferentes clases de este cultivo, como el valenciano, bombó o raf, la cooperativa ofrece otras variedades. Además, estas tierras de cultivo abastece de verduras orientales a media Europa desde hace treinta años tras la demanda de importadores de China. En se sentido, la diversificación en los cultivos ha permitido mejorar la rentabilidad del campo.
«Para esta temporada „explica Elena Villegas„ tenemos previsto producir y comercializar alrededor de un millón de kilos de tomate valenciano, unos 750.000 de tomate redondo y 500.000 de raf. También conseguiremos cerca de 100.000 de tomate pera. En relación con la campaña pasada aumentaremos ligeramente la producción de tomate valenciano y de pera, y mantendremos volumen en el resto de variedades. Aparte de apostar claramente por el valenciano como tomate de sabor, al final todo depende de nuestros clientes», explica la gerente de la cooperativa.
Competencia en España
La producción de esta hortaliza en la Comunitat Valenciana no es comparable obviamente con Almería o Murcia, tanto por la superficie cultivada como por el ciclo. Su campaña de recolección abarca el otoño, invierno y principios de primavera, mientras que la de El Perelló es de primavera-verano. «Las importaciones de Marruecos afectan a todo el tomate fresco español y acaban bajando precios. Sin embargo, a nuestras producciones no les afectan demasiado por ser de verano y terminar la temporada en el país norteafricano en esa misma fecha», comenta Villegas. El precio en cooperativa oscila entre 1,50 y 2,50 euros por kilogramo. Respecto al comercio exterior, la gerente de la cooperativa valenciana considera que la «internacionalización va a ser bastante más difícil por la dificultad de compatibilizar el ciclo de maduración del producto con el ciclo comercial deseado por el cliente. Además „añade„ hay que sumar el factor climatológico característico de nuestra campaña productiva, en la que las elevadas temperaturas acortan la vida útil del cultivo».
Futuro de otras variedades
Villegas asegura que la demanda de tomates tradicionales con buen sabor se va consolidando, si bien existen otras cultivadas en España, como los de color rosa que podrían tener futuro. «La misma variedad de raf puede tener diferentes cualidades organolépticas en función del ciclo de cultivo pero se caracteriza por algo: su sabor. En mi opinión „concluye Villegas„ primará la calidad gustativa de la hortaliza y también posiblemente se tendrá muy en cuenta el contenido en vitaminas, licopeno y otros nutrientes esenciales de interés para la salud de las personas».
