En lo que llevamos de año ha muerto una persona a la semana en la Comunitat Valenciana a consecuencia del trabajo. El motivo, las transformaciones experimentadas en el mercado de trabajo y en las relaciones laborales de los últimos años, que han devenido en precariedad como elemento estructural basado en la temporalidad y la parcialidad, acompañado de bajos salarios, elevada flexibilidad y el empeoramiento de las condiciones de trabajo.

Las reformas laborales cuyo objetivo, dicen, era la creación de empleo, no sólo no lo han logrado, sino que están obviando los aspectos cualitativos del empleo generado, las condiciones en que se trabaja y cómo influyen estas en la salud y seguridad de los trabajadores y trabajadoras.

Así nos encontramos diariamente con contratos a tiempo parcial en fraude de ley, donde se trabaja jornadas de más de ocho horas sin cobertura total y con ritmos de trabajo elevados que incrementan las situaciones de estrés y favorecen la siniestralidad, con falta de formación e información sobre los riesgos laborales en el puesto de trabajo y las medidas para minimizarlos, con subcontratación de empresas sin establecer la coordinación preceptiva en materia preventiva, con maquinaria que incumple la normativa vigente en seguridad?

La resignación impera y se soportan estas condiciones con tal de tener empleo para no quedar excluido laboral y socialmente, con lo que se acepta, ya sea por miedo o por desconocimiento, trabajar sin exigir lo estipulado en el convenio colectivo y en las normas de prevención de riesgos laborales.

Desde UGT-PV venimos advirtiendo hace ya tiempo sobre el incremento de la siniestralidad laboral a consecuencia de estas y otras situaciones y son ya quince las trabajadoras y trabajadores fallecidos en lo que llevamos de año por accidentes de trabajo, lo cual es intolerable.

En el caso de las enfermedades profesionales, y de patologías causadas o agravadas por el trabajo, la situación no es mejor, aunque menos mediática, quedando desdibujada por la infradeclaración. Pero el problema no solo radica en acreditar si es el sistema público sanitario o las Mutuas colaboradoras con la Seguridad Social las que deben tratar y gestionar una contingencia en función de su causa. El verdadero problema surge cuando no se reconoce que el origen de que un trabajador enferme está en el ámbito laboral ya que no se investigan las causas ni se implementan medidas preventivas para que no vuelva a ocurrir.

Sabemos que es posible acabar con esta lacra si se recuperan nuestros derechos laborales, si se actúa con firmeza contra la economía sumergida y el fraude fiscal incrementando controles públicos que garanticen el cumplimiento de las normas, si las empresas invierten en prevención de riesgos, si se revierte la mercantilización de la salud de los trabajadores practicada por algunas mutuas colaboradoras con la Seguridad Social, si se forma e informa a los trabajadores y si se incrementan los recursos sindicales en las empresas.

Desde UGT-PV somos conscientes que muchas de esas soluciones sobrepasan el ámbito autonómico, por lo que es necesario que el 26-J salga de las urnas un Gobierno progresista que las acometa con determinación y con la participación de los agentes sociales más representativos; Tal y como estamos aunando esfuerzos en la Comunitat Valenciana para conseguir consensos desde la Mesa de Dialogo Social, abordando la futura Estrategia Valenciana de Salud y Seguridad Laboral. Todo para poder trabajar con derechos y no morir en el intento.