El mes de junio, concentra en apenas 11 días tres eventos que todo inversor debe tener en cuenta y estar informado sobre ellos.
En primer lugar, el pasado 15 de junio, hubo reunión de la Reserva Federal de EE UU, donde su consejo rector decidió no mover el nivel de tipos de interés. Esta decisión no va muy en la línea que manejaba el consenso de analistas para 2016, ya que se especulaba con 4 subidas en el año, a razón de una por trimestre. A la vista de los datos macro y los resultados de las compañías, no tan positivos como a priori se esperaba que fuesen, hemos desembocado en una ralentización en las subidas previstas. No obstante, su presidenta, durante su discurso, dejó la puerta abierta para posibles subidas en el mes de julio. Pero lo más relevante de sus palabras, a nuestro juicio, fue que habló directamente del Brexit, los riesgos que comporta y sus posibles consecuencias. El 23 de junio, los británicos, como ya hicieron en 1975, votarán sobre su permanencia o no dentro de la Unión Europea. A destacar que el mercado inglés se está comportando mejor que el resto de bolsas europeas, a pesar de que sería el Reino Unido, ante una posible ruptura, la zona más afectada. Baste, como ejemplo, contemplar la cotización de la libra contra el euro, y veremos una clara apreciación de la moneda común. El punto definitivo podría estar en que las generaciones jóvenes inglesas son anti Brexit, además del posicionamiento de grandes corporaciones a favor de mantener la situación.
Para finalizar la semana, tendremos nuevas elecciones en España, como sabemos. Tradicionalmente, las elecciones suelen traer algo de inestabilidad para, una vez pasadas las mismas, retornar a entornos más tranquilos. Las encuestas no prevén grandes cambios respecto a diciembre, de modo que, para sortear estos días de mercado, podemos recomendar tener carteras de inversión con buenos fundamentos, y sobre todo, niveles de exposición a riesgo que se adecúen con nuestro perfil.
