«Fabricar en China no es sinónimo de mala calidad como puedan pensar muchos. China es la fábrica del mundo y me atrevo a decir que más del 90% de las marcas de esta industria fabrican sus diseños en aquel país», puntualiza. Como en cualquier otro lugar, existe un abanico de calidades que elegir en función del coste de producción. «El diseñador soy yo, pero cuento con la ayuda de colaboradores que estudian diseño gráfico para realizar los proyectos». En su opinión, «en un «e-commerce» de moda o de lo que sea, creo que la clave está en tomar decisiones en base al análisis de datos». La startup ya está ultimando su plan de negocio para consolidar sus ventas durante estos primeros ejercicios, en los que contará con una infraestructura reducida y también descarta abrir tiendas físicas. j. l. z. valencia