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'Crowdlending': el nuevo 'banco' para pymes

F. Cobo, empresario. Levante-EMV

La sacudida que las nuevas tecnologías están provocando en el sector financiero, así como problemáticas casi estructurales como la falta de acceso al crédito de las pequeñas y medianas empresas, han terminado por consolidar el crowdlending, una nueva tendencia de las fintech que se define como el préstamo directo de inversores particulares a pymes.

La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) está comenzando a conceder licencias oficiales a este tipo de plataformas para operar poniendo en contacto a empresas e inversores. Existe en torno a una decena de firmas pendientes de estos permisos, que se están resolviendo durante este mes.

Es un fenómeno muy reciente, que comenzó a regularse en abril de 2015. Una de las firmas es LoanBook, con sede en Barcelona. «Somos un marketplace on line de créditos, donde la pyme puede pedir un crédito y el inversor participa de una parte de ese crédito. Hemos creado un mercado electrónico de créditos a pymes españolas», proclama Eloi Noya, cofundador y director de desarrollo de negocio de LoanBook.

Básicamente, lo que hacen estas plataformas es ejercer de punto de encuentro entre empresas que buscan financiación, a las que les aplican un rating para medir su solvencia, e inversores que buscan rentabilidades mayores que las que ofrece el mercado bancario. En el poco tiempo que llevan de vida (comenzaron a operar en octubre de 2013), han realizado siete operaciones en la Comunitat Valenciana, prestando un capital de 239.000 euros.

Es solo una pequeña parte de la inversión que han gestionado, que cifran en 12 millones y este año alcanzará los 30. El mercado está creciendo. En Europa continental, según un reciente estudio de Deloitte, se han prestado casi 670 millones a empresas y particulares en 2015.

El crecimiento es exponencial el último año, también en España. Otras firmas como la británica Funding Circle ya ha financiado 32 préstamos a pymes en esta autonomía en los últimos 20 meses, por un importe de 2,1 millones. Y hasta 2020 prevé financiar cien millones a 1.400 proyectos empresariales.

Este nuevo tipo de plataformas on line son la respuesta al problema de las pymes para acceder al crédito, que se ha enquistado durante la crisis y solo está comenzando a desatascarse ahora, en plena disputa comercial de la banca para captar a estas empresas, de gran peso en la C. Valenciana. Las condiciones han mejorado y el crédito nuevo está creciendo, pero sigue habiendo un 16,1% de pymes que tiene el grifo completamente cerrado, según la Cegsar, confederación española de sociedades de garantía recíproca.

Fernando Cobo, CEO de la valenciana Evoluziona Seguridad, que provee seguridad a empresas de transporte de viajeros y mercancías, terminó como cliente de este sector tras una mala experiencia con la banca tradicional, al no poder renovar unas polizas en 2010, a los dos años de ponerse en marcha. «Hace tres años acabamos de pagar los préstamos y decidimos intentar evitar cualquier financiación bancaria. Toda nuestra política se basa en eso: preferimos perder una operación a pedir financiación», asegura.

Desde entonces han recurrido al crowdlending para financiar actividad a corto plazo. De estas plataformas destaca la celeridad para aprobar o no la operación y el mayor margen en la concesión de crédito: «Te pide la misma documentación que un banco. La diferencia es que te hace análisis de la empresa: puedes argumentar tu proyecto. Si tienes pedidos de una multinacional, lo muestras. Eso a un banco le da igual, pero aquí lo valoran y lo transmiten a sus inversores». Por ejemplo, recibieron un primer crédito de 40.000 euros para financiar la adquisición de material que necesitaban por adelantado para una operación con una multinacional que devolvieron rápidamente; y otro crédito a dos años para un proyecto tecnológico que aspiran a comercializar. «Es un proyecto en que hay que creer un poco en la empresa», señala Cobo.

«Nosotros elegimos a la pyme», explican desde LoanBook, que defienden sus filtros de seguridad para seleccionar a las empresas que serán ofrecidas a los inversores particulares: una facturación mínima de medio millón, unos años de experiencia y garantías de solvencia. Y es que además de la pyme, el inversor particular es el beneficiario de esta nueva forma de financiación.

Todos los sectores, menos el inmobiliario

Esta plataforma consigue para sus inversores rentabilidades de media entre el 6% y el 6,5%, aunque los tipos dependen del crédito y del rating de la empresa. Es una rentabilidad muy superior a la que ofrecen hoy los productos bancarios. Y sus operaciones, 300 hasta la fecha, tienen una tasa de morosidad del 1%. Para minimizar los riesgos, cada préstamo, que llegan hasta 200.000 euros aproximadamente, se fracciona entre 50 y 100 inversores. Al mismo tiempo, «al inversor le aconsejamos que diversifique entre 50 y 70 créditos».

Cada plataforma busca un perfil diferente de clientes. En el caso de LoanBook se centran en pymes de servicios, industrial alimentario (todos menos el inmobiliario) con necesidades de circulante; y cuentan con una cartera de unos 400 inversores fijos de perfil de banca privada, patrimonios líquidos de más de 300.000 euros.

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