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La miel que ha seducido a la 'City' londinense

Jaime Ferrando, presidente de HoneyGreen, en Paterna. daniel tortajada

«De vez en cuando, la vida te da esos pequeños empujones de reconocimiento, después de tanto esfuerzo y trabajo». Jaime Ferrando todavía reconoce la «sorpresa» que le produjo ver cómo la Bolsa de Londres incluía a su empresa, HoneyGreen, en el listado de mil firmas europeas «inspiradoras», a las que señala como motores de crecimiento para los próximos años. Pequeñas empresas generadoras de empleo y con un índice sostenido de aumento de ventas: «Tengo que reconocer que el concepto crecimiento ha estado desde siempre en nuestro ADN. Crecimiento significa superación continua, reto profesional para nuestra gente, creer en lo que hacemos y resultados que nos retroalimentan». «Estamos haciendo las cosas medianamente bien», celebra.

Ferrando lleva más de 20 años en el sector de la miel. Aunque tiene el gen empresarial inscrito en el libro de familia „su abuelo fue el constructor Federico Ferrando, autor de la Finca Roja o el Teatro Rex, y su padre Jaime fue también promotor inmobiliario„, este licenciado en Económicas se inclinó por el sector de la alimentación. Reconoce que sudó tinta para levantar el proyecto. El camino lo comenzó completamente solo, desde un piso de 20 metros en el centro de Valencia. Hoy está al frente de una empresa de comercio internacional de miel, que mueve el producto por los cinco continentes y genera una facturación de 28,5 millones, con unas ventas previstas para 2016 por encima de los 32 millones, un 15%. En esos margenes de incremento de ventas se mueve en los últimos años.

«Somos una trading de productos apícolas „miel, polen, jalea real, propóleo, cera de abejas, etc„, tanto convencionales como ecológicos». En un principio, comenzó como una firma de exportación de miel española que fue ampliando hacia otros productos y orígenes. El proyecto de Ferrando fue creciendo conforme el sector se fue sofisticando: «En esos años, la tan apreciada miel española se exportaba tal cual se recogía del apicultor, sin homogeneizar y en bidones bastante deficientes. Entendí que había una gran oportunidad en la mejora de procesos y control de calidad y trazabilidad. Por ello, con poco capital me asocié con José María Torca, un envasador de miel con el que encontré buenas sinergias al cubrir sus huecos de producción con nuestras homogenizaciones, lo cual me permitió partir de unos costes ajustados y entregar a nuestros clientes un producto homogéneo y de calidad garantizada, suponiendo importantes ahorros para nuestros clientes en sus procesos y les evitaba enormes dolores de cabeza».

A partir de ahí empezó la expansión internacional, a viajar y a abrir mercados, buscando proveedores, y a ampliar la gama de productos hasta cubrir prácticamente toda la apicultura. El 90% de la facturación de la empresa procede de la exportación. Compra en los principales mercados productores, como España, Sudamérica, Este de Europa, Sudeste Asiático, etc., para vender esos productos en «mercados desarrollados cada vez más exigentes»: Europa, Norteamérica, Japón, Corea del Sur, etc. El viejo continente es su gran mercado. De ahí que su centro logístico esté en Amberes (Bélgica).

De algún modo, el boom de las dietas saludables está teniendo impacto en el volumen de negocio de HoneyGreen: «En el mundo actual existe una preocupación cada vez mayor por los productos más naturales, conseguimos día a día conquistar nuevos mercados interesados cada vez más en los productos de la colmena, una fuente impresionante de salud y bienestar. Los productos derivados de la colmena son cada vez más apreciados, además de por sus beneficiosas propiedades para la salud, por sus propiedades nutritivas, por su alto contenido en vitaminas, minerales, proteínas, enzimas, etc». La firma, de momento, no tiene más que planes de crecimiento. «Somos jóvenes y el apoyo y energía de nuestra gente es lo que más nos anima a pensar en nuevos proyectos que en poco tiempo verán la luz», concluye.

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