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El campo valenciano

El pastoreo, la vacuna contra los incendios forestales

La Unió de Llauradors i Ramaders reclama una línea de ayudas al pastoreo orientadas a la labor que ejercen contra la propagación de los incendios forestales, un peligro que afecta con mayor intensidad en la Comunitat Valenciana

Los incendios forestales son la lacra que cada verano acecha a la Comunitat Valenciana y acaba con miles de hectáreas de bosques valencianos. Este verano ya ha sufrido dos grandes incendios en Bolbaite y Carcaixent que han arrasado alrededor de 3.800 hectáreas.

En la lucha contra la propagación de los incendios „ya sea provocado o por negligencia„ el Programa de Desarrollo Rural (2014-2020) ofrece ayudas relacionadas con el mantenimiento y la creación de nuevos cortafuegos, caminos forestales y la distribución de las provisiones de agua necesarias en caso de incendio. La Unió de Llauradors i Ramaders critica la falta de compensaciones que este plan ofrece al pastoreo, «fundamental» en la previsión de incendios según Joanma Mesado, secretario técnico de la Unió.

Del total de hectáreas quemadas por los incendios este año en España , hasta el 10 de julio, el 53,11 % pertenecen a la superficie del área mediterránea, según informa el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.

El pastoreo contribuye a la prevención de nuevos siniestros y funciona como un auténtico cortafuegos, ya que los rebaños se alimentan del sotobosque, que es precisamente lo que hace prender rápidamente el fuego . Si los rebaños no alcanzan a todo el terreno forestal, la vegetación del sotobosque se seca, lo que hace que las llamas consigan avanzar con mayor velocidad.

«Los incendios se apagan en invierno; todo aquello que no hagamos entonces, lo pagamos en verano», explica el secretario técnico de la Unió en referencia a la falta de actividad preventiva en invierno y las inexistentes ayudas al pastoreo en lo referido a incendios forestales en la Comunitat Valenciana.

Tal y como explica Mesado, esta actividad preventiva carece de ayudas en lo que supone para los pastores un doble riesgo. Por una parte, el aumento de costes que conlleva el acceso a determinadas zonas y, además, la posibilidad de ver mermados sus ingresos en caso de que la alimentación de los pastos no sea la adecuada para su rebaño y por tanto pierda a algunos de sus animales.

Las consecuencias del incendio

Jesús Beneito, pastor de Agres (Alicante), afirma que uno de los mayores perjuicios que puede causar un incendio forestal en el ámbito ganadero es que «después no se puede pastar en cinco años», lo que supone grandes pérdidas que se añaden a los problemas que conlleva el impedimento de pastar en zonas no decretadas como aprovechamientos forestales.

«En algunos casos la ganadería extensiva se está acabando. Quedan muy pocos ganaderos», afirma el pastor alicantino. Esta situación se expande a la mayoría del territorio nacional por el éxodo rural y la reconversión a otros sectores, aunque en comunidades como Andalucía programas como la RAPCA „Red de Áreas Pasto-Cortafuegos de Andalucía„ fomentan el pastoreo en su actuación contra los incendios forestales.

Contrariamente a lo que ocurre en la actualidad, en 2002 „y hasta 2005„ sí se convocó un régimen de ayudas al pastoreo por el control del pasto y el matorral en las áreas cortafuegos de la Comunitat Valenciana, destinadas a los productores de «reses de ovino, caprino o bovino». La orden aludía al sobrecoste que supone para los productores la explotación de un pastoreo controlado e intensivo sobre áreas muy limitadas.

En la actualidad, el Programa de Desarrollo Rural de la Comunitat Valenciana contempla «una medida exclusiva de lucha contra incendios pero ninguna línea de ayudas que incentive el pastoreo», explica Joanma Mesado.

La Unió de Llauradors i Ramaders propuso a la Conselleria de Agricultura hace cuatro meses la incorporación de nuevas ayudas para el pastoreo en lo referente a los incendios forestales tanto en su prevención como en el asentamiento tras los daños que origina uno. «No hay que olvidar que nuestras zonas de interior, desfavorecidas, tienen escasas alternativas económicas», argumenta la Unió en una nota de prensa.

Según Mesado, el pastoreo contribuye, además de a la lucha contra incendios, a incentivar la actividad económica. El procedimiento que explica el técnico deriva en tres «funciones muy claras». En primer lugar, la ganadería prevé los incendios forestales; seguidamente, el pastor lleva el ganado al matadero, lo que según Mesado genera «mano de obra», y lo que de aquí se extrae «luego es carne que se consume en los restaurantes de la zona, generando así turismo gastronómico».

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