Existe una evidente y fundada preocupación en el campo valenciano ante la posible entrada de alguna temida y peligrosa plaga en nuestro territorio, de la que por el momento, afortunadamente y para mayor tranquilidad, no se ha detectado su presencia.
Sin embargo, que no esté no quiere decir que no pueda llegar. Por ello la Unió está realizando jornadas con objeto de acercar a los agricultores, a los profesionales, en sus propias zonas productoras, a la situación actual de la sanidad vegetal, su seguridad, y trasladar a los mismos cuáles son las medidas preventivas que pueden emprender en sus explotaciones para frenar la entrada de este tipo de plagas en las explotaciones. La información y la transparencia al respecto es muy importante como paso previo a la prevención.
Ese fue el caso de una reciente jornada celebrada en la Jana acerca de la bacteria Xylella fastidiosa que afecta al olivo, pero que también provoca daños a la vid, diversos frutales „entre ellos los cítricos„, y a numerosas plantas ornamentales. Aunque hasta la fecha no ha sido identificada en España „sólo en Italia donde ha arrasado miles de olivos y Francia„, la Xylella tiene gran potencial de daño económico para los cultivos mediterráneos.
En la Comunitat Valenciana se ha puesto en marcha un plan de contingencia contra esta bacteria que contempla numerosas actuaciones, entre ellas el control del material vegetal en viveros y centros de jardinería, principal foco de propagación del vector y también una rigurosa prospección y monitorización en plantaciones y jardines. Dicho plan forma parte de un programa europeo de trabajo conjunto, clave sin duda porque la coordinación y unión ante un problema como el de las plagas es primordial.
El problema es que de ese peligro de las plagas, que para nosotros es grande, no parecen ser conscientes las autoridades de la Unión Europea ni algunos países, bien porque no quieren saber nada del asunto o porque nadie les ha informado convenientemente de los problemas que podría ocasionar la introducción de las mismas. Los gobernantes serán a fin de cuentas los responsables por inacción si alguna plaga entra.
Hay que buscar alianzas para lograr que este tema sea problema común en el ámbito comunitario. Los diversos países de la UE deben tomar medidas más duras respecto a este asunto, controlando las importaciones y todo el material vegetal que entra, debido a la gravedad que podría suponer la posible introducción de un agente nocivo. Algunos no parecen muy preocupados pero nosotros en la Unió de Llauradors sí.
