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«Somos el cuerpo de operaciones especiales de la Unión Europea para competir con Silicon Valley»

El director general de Climate-KIC en España asegura que el objetivo de la firma impulsada por Bruselas es dar apoyo a «startups» que ofrezcan alternativas energéticas para luchar contra el cambio climático

«Somos el cuerpo de operaciones especiales de la Unión Europea para competir con Silicon Valley»

Valencia es la punta de lanza de la Unión Europea para la lucha contra el cambio climático con las últimas tecnologías. La empresa impulsada por la Unión Europea Climate-KIC selecciona a emprendedores e impulsa a startups que ofrecen soluciones sostenibles. En su laboratorio han crecido empresas como Navalandis, inventora de los contenedores de barco plegables. José Luis Muñoz, responsable de Climate-KIC, asegura que el objetivo final de la Comisión Europea con el proyecto es aprovechar el conocimiento generado en las universidades y en los centros de investigación para plantar cara a Estados Unidos.

¿Qué es Climate-KIC?

Es la iniciativa más grande en innovación y cambio climático de la Unión Europea. Las siglas KIC quieren decir en inglés comunidad de innovación y conocimiento. La delegación española es la especializada en cambio climático. El objetivo es traducir todo el talento que tiene Europa en productos y servicios. Somos el cuerpo de operaciones especiales de la Unión Europea para competir con Silicon Valley.

¿Es una herramienta de Bruselas?

Es una herramienta de la Unión Europea a través del Instituto de Innovación y Tecnología. Hay KICs orientadas a la producción de energía, a la salud y a las tecnologías de la información. La nuestra es la más horizontal

¿En que están especializados?

Tenemos cuatro áreas principales de trabajo: territorio sostenible, industria, ciudades y cómo medir el cambio climático. Trabajamos en la lucha de catástrofes como las lluvias extremas por el cambio climático o en la reducción de las emisiones de dióxido de carbono.

¿En España están solo ustedes?

Sí, porque nosotros somos la oficina española de Climate. Tenemos oficinas en Francia, Italia, Alemania, Inglaterra, Holanda, Hungría y España.

¿Por qué la sede está en Valencia?

Porque al principio España participaba en esta iniciativa solo con la Comunitat Valenciana. Desde el 1 de febrero de este año nos hemos extendido a nivel nacional por nuestros buenos resultados. También cubrimos el área de Portugal.

¿Con quién trabajan?

Nosotros trabajamos con la pirámide de la innovación, que está formada por universidades, centros de investigación, empresas y administraciones públicas. Es necesaria la implicación de la Administración porque puedes tener muy buenas soluciones, pero si no se pueden implantar falla todo. Puedes tener el mejor coche eléctrico del mundo, pero no sirve de nada si no hay cargadores en las calles.

Ustes son una aceleradora de «startups». ¿Cómo funcionan?

Nosotros tenemos distintos programas. Para nosotros la aceleración es una parte, pero empezamos con la idea. Hacemos un concurso de ideas y seleccionamos las mejores. En el programa de aceleración trabajamos con las empresas en tres etapas. Desde el diseño del modelo de negocio al escalado. Cada año se presentan unas cuarenta empresas y nos quedamos para la primera etapa con unas quince. A esas empresas les damos formación con mentores para pulir el modelo de negocio. En cada etapa van cayendo empresas y al final nos quedamos con las mejores para posicionarlas.

¿Cuántas quedan en esa tercera etapa?

Unas cuatro o cinco. Son startups, algunas de ellas en una fase muy embrionaria. Nosotros queremos trabajar cada vez más con empresas que tengan proyectos muy cribados y que se puedan poner en el mercado. El objetivo final es crear grandes empresas que se queden en Europa, aunque algunas han acabado en Silicon Valley por la atracción de los fondos de inversión.

¿Puede poner un ejemplo?

Tuvimos una empresa portuguesa que aceleramos en Valencia. Lo que hacía era transformar la energía cinética de un vehículo en energía eléctrica para cargar las baterías. Utilizaban un recubrimiento para el asfalto que conforme circulaba el vehículo cargaba la batería. Al final, acabó en Estados Unidos.

Qué empresas aceleradas por ustedes han triunfado?

Navlandis, que ha inventado contenedores plegables para ganar espacio. Hemos lanzado 46 startups y hemos introducido quince nuevos productos en el mercado y 170 emprendedores mentorizados, que podemos decir que son valencianos. Nuestro objetivo es atraer el talento y que se traduzca en ideas de productos y servicios que podamos poner rápidamente en el mercado.

¿Por qué la Unión Europea lanzó las KICs?

Surgen ante la reflexión de que la Unión Europea gasta mucho dinero en I+D+i, pero eso no pasa rápidamente a un producto o servicio. Esto lo podemos ver con el coche eléctrico. Europa es líder en energías renovables y sin embargo el coche eléctrico que está más cerca de imponerse es el americano de Tesla. En el aeropuerto de Schipol en Amsterdam todos los taxis son Tesla. ¿Qué ha pasado? Ese es el modelo de Silicon Valley. Una colaboración pública privada, que detecta una necesidad y aporta una solución.

¿Tienen relación con el embrión de la nueva Agencia de la Innovación?

No. Ellos nos pidieron información de que es lo que hacíamos. Nosotros estamos abiertos y encantados de trabajar. Una de nuestras sociedades afiliadas es el Ivace. Conocemos muy bien el entramado de la innovación de la Comunitat Valenciana. Son afiliados nuestros institutos tecnológicos, asociaciones empresariales, municipios, las universidades. Somos parte del sistema innovador valenciano.

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