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El perfil | Tania y Laura Amor

Herederas de un imperio con muchos frutos

Las hermanas Tania y Laura Amor toman las riendas de la compañía familiar de frutos secos «gourmet» Aperimax, que ya exporta el 85 % de su producción y prepara una ampliación de sus instalaciones

Herederas de un imperio con muchos frutos

Acostumbradas desde niñas a desenvolverse entre almendras, nueces, pistachos, avellanas, maíz o pipas el currículum profesional de las hermanas Tania y Laura Amor está ligado necesariamente al de Aperimax, la compañía familiar fundada por su padre a principios de los noventa y dedicada a la producción y comercialización de frutos secos gourmet. Tania y Laura, que empezaron cargando y descargando furgonetas, condujeron carretillas y aprendieron a freír y tostar desde muy jóvenes acaban de tomar recientemente las riendas de la sociedad tras el repentino fallecimiento de su padre. ¡Valor y al toro! pensaron.

Tania se incorporó en 2001. Estudió comercio internacional y es una experta en ventas, sobre todo en el sector exterior, que ya representa el 85 % de las cifra de negocio de esta innovadora industria agroalimentaria con planta de producción en Palmera (La Safor). Laura desembarcó en la mercantil en 2006 tras estudiar administración y finanzas. Se encarga de llevar las cuentas de una sociedad cuya sucesión familiar ha sido tan rápida como efectiva. A pesar de su origen local, la compañía, dirigida hoy en día por las hijas del fundador de Aperimax está presente en diversos países de Europa y Estados Unidos. En estos mercados, la compañía está consolidada como marca de referencia. «Los clientes aprecian de forma especial su calidad y cumplimiento de los procesos y exigencias sanitarias, lo que hacen de los frutos secos de Aperimax un excelente producto que los distribuidores gourmet incluyen en los establecimientos más selectos», sostienen las principales ejecutivas y propietarias de la empresa agroalimentarias mientras ultiman el plan estratégico para los próximos ejercicios.

Aperimax ha vivido años de consolidación desde principios del siglo XXI. Ambas han venido colaborando en la sociedad en colaboración con el propietario y fundador. Laura y Tania Amor, de 33 y 31 años, respectivamente, afrontan ahora un período en el que pretenden hacer crecer la firma.

La historia de Aperimax está ligada desde sus inicios a Juan Amor. Corrían los años 80 cuando este empresario daba sus primeros pasos en el mundo de la fabricación de frutos secos . Y tuvo la oportunidad de cumplir un sueño: tener su propia factoría. Con la jubilación del dueño de Macoa, empresa dedicada a la fabricación de cacaos, almendras y pistachos, para la que entonces trabajaba como repartidor, le ofrecieron quedarse con la propiedad. Juan Amor Pedraza contaba con socios financieros y durante más de una década operó en el mercado con la enseña Macoa. Poco tiempo después, en 1993, se constituía Aperimax. «En la actualidad acumula la tradición, así como experiencia en la fabricación y conservación de frutos secos que nuestro padre había adquirido a lo largo de su trayectoria», explican sus actuales dirigentes.

La base del negocio: la producción

«La base del negocio es la producción», nos decía nuestro padre, explican Tania y Laura Amor, madres de familia y capaces de conciliar vida familiar y una intensiva labora profesional. Así lo cumplen a rajatabla. La compañía ha ido aumentando la cantidad y variedad de productos ofertados, adaptándose a los gustos y variedades más demandadas aunque manteniendo siempre los procesos artesanales de la mercantil. En Europa, Aperimax está implantada especialmente en los mercados de Francia, Alemania y Suiza. La firma también exporta a Asia y tiene previsto ampliar mercados en el plan estratégico que ha preparado para los próximos años. Además, sus productos se distribuye en tiendas gourmet del mercado doméstico. En España es donde la compañía quiere hacer una apuesta decidida con vistas a aumentar su presencia ya que las responsables de la firma han detectado grandes oportunidades de crecimiento en algunas autonomías. Ahora sus ventas se quedan en la Comunitat Valenciana.

Ajena a los grandes mercados controlados por proveedores de Mercadona, Consum, entre otros gigantes de la distribución comercial en España, Aperimax ha sabido hacer llegar a sus clientes internacionales la calidad y sabor de los productos elaborados de forma artesanal, a la vez que exclusivos y especiales, «y que hacen las delicias de quienes los prueban», reconocen con orgullo Tania y Laura Amor. La compañía facturó 6,5 millones de euros durante el último ejercicio y espera aumentar esta cifra en un 10 % en 2016. Cuentan sus principales gestoras desde hace seis meses que la caída del consumo en España así como en Europa y otras regiones del mundo no ha reducido su negocio durante los duros años de la crisis económica.

Gracias a la experiencia de Juan Amor la compañía inició pronto su internacionalización. Su primer mercado es Francia, al que llega a través de un colaborador de Aperimax que ya exportaba allí. El éxito de la apertura de este nuevo mercado llevó a Juan Amor a buscar otros destinos y surgió entonces la posibilidad, en el año 2003, de exportar también a Estados Unidos.

Plan estratégico

Aperimax diseña ahora con un importante plan estratégico 2017-2020 que incluye, entre otras cosas, el crecimiento del mercado nacional en un 20%. Las hermanas Amor buscan dar a conocer su producto gourmet en los principales distribuidores del país, especialmente a través de las cadenas de alimentación que apuestan por la marca de calidad en sus establecimientos.

Preocupadas por el rigor en el controles de sanidad, las dirigentes de Aperimax vigilan de cerca el proceso de producción de los alimentos, certificados a través de la ISO 22.000, que elabora a partir de una amplia gama de frutos secos. Uno de sus objetivos prioritarios es crecer en España sin dejar de atender sus principales clientes en el exterior. Sus próximas paradas, además de algunos países del Oriente Medio, están en China y Japón.

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