Cada vez estamos más acostumbrados entre los gestores y comercializadores de fondos de inversión a escuchar estos conceptos: «Somos una gestora independiente, trabajamos con arquitectura abierta, ofrecemos servicio de gestión de carteras de fondos€».

Todos estos conceptos vienen determinados por la voluntad de parte de algunas entidades de ofrecer un mejor servicio a nuestros clientes.

Esta mejora de servicio no solamente consiste en trabajar bajo una estructura de producto propio, pudiendo suponer de forma pretenciosa que nuestra marca sea infalible, cosa poco probable y por tanto cuestionable.

Es por eso que los profesionales del sector financiero nos servimos del amplio espectro de fondos de inversión que nos ofrece la industria especializada, mediante las denominadas plataformas o supermercados de IIC,s.

Supermercados

Estas plataformas o supermercados que nos presenta el universo de fondos de inversión mediante una oferta de vehículos casi infinita, nos puede complicar mucho la vida a la hora de decidir donde quiero invertir.

Imagínese tener que tomar una decisión entre más de 50.000 fondos de inversión, gestionados a su vez por otros varios centenares de gestoras. Es evidente que esto nos lleva al titulo de este artículo „una aguja en un pajar„ y seguro que después de un molesto dolor de cabeza, si aún tuviésemos la osadía de elegir la composición de nuestra cartera de fondos sin la ayuda de un profesional, lo más seguro es que se trate de un coctel de intuición, olfato y juego de la ruleta.

Medios tecnológicos

Por el contrario tampoco basta con tener todos los medios tecnológicos a nuestro alcance, ni hacer uso de la inestimable ayuda de las agencias de calificación de riesgos de fondos y de gestores.

Cuando el cliente se sienta en el despacho de un profesional, lo que espera encontrar en él es el talento que le ayude a tomar la decisión adecuada, talento que es fruto de la experiencia y la formación, en un entorno de transparencia y confianza.