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Inversores: La amenaza del proteccionismo

Si la economía mundial se vuelve menos global, tal como parece, las carteras de los inversores deben tornarse más globales, según un informe sobre 2017 del banco UBS

Inversores: La amenaza del proteccionismo

No era un mensaje de campaña electoral, por lo que se está viendo estos días. Por muy descabellados que nos parezcan sus planteamientos, el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, va en serio. Así que corren malos tiempos para los adalides de la libertad comercial. Tras tres décadas de «hiperglobalización, la resistencia al comercio está aumentando y el ánimo proteccionista va en ascenso», como han puesto de manifiesto en 2016 el bréxit, el propio Trump y las negociaciones frustradas de acuerdos como el Transpacífico y el Transatlántico. «El consenso político que supo promover la liberalización del comercio está cambiando y hoy se puede captar una proporción creciente de votos mediante la retórica proteccionista». Lo afirma el banco suizo UBS en un informe titulado «El fin del juego» en el que analiza qué nos depararán los mercados en 2017. Una de las preguntas que intenta responder el documento es la siguiente: «¿La antiglobalización supone un riesgo para mi patrimonio?».

UBS considera que la vuelta del proteccionismo aumenta el riesgo para los inversores de economías abiertas y pequeñas que dependen de un socio comercial más grande, como Reino Unido o México. «Una desaceleración del comercio constituye un factor negativo para el crecimiento, pero la diversificación y la cobertura de divisas pueden proteger a los inversores contra algunos de los riesgos asociados a la antiglobalización», dice el informe, que se pregunta a continuación: «¿Qué hacer ante esto?».

Pues un primer consejo es que «si la economía mundial se torna menos global, las carteras de los inversores deberán tornarse más globales». Además, deberán reducir su vulnerabilidad a los riesgos cambiarios mundiales volviendo a cubrir las inversiones en el extranjero con moneda local. En este sentido, apunta como muy probable que los inversores que en 2016 compraron activos del Reino Unido o México sin proteger la moneda hayan generado «rentabilidades relativas muy negativas».

En resumidas cuentas, la «desaceleración del crecimiento mundial a que conduce el proteccionismo creciente es sin duda un factor negativo para los inversores». No obstante, «esta tendencia no debe necesariamente menoscabar las rentabilidades de las carteras si los inversores evitan concentrarse en mercados pequeños, se diversifican de manera global y se abstienen de asumir riesgos cambiarios inadecuados».

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