Las iniciativas empresariales con frecuencia necesitan contar con capital externo, bien para su creación o bien para su crecimiento, para lo cual muchas veces tienen que buscar inversores que les aporten los fondos necesarios.

Pero antes de iniciar la búsqueda, lo que primero que tenemos que saber es qué cuantía económica necesitamos y en qué plazos, y evidentemente cual es la valoración de la empresa según el mercado y no lo que nosotros pensamos que vale. Sin estas informaciones no debemos comenzar la búsqueda de inversores, ya que aparte de dar una mala impresión, estaremos dándoles una gran ventaja inicial en la negociación, porque con su experiencia ellos sí que harán una estimación más acertada.

Normalmente, y por desconocimiento o falta de información, los promotores contactan con todos los inversores que pueden, sin valorar si verdaderamente son los adecuados para su empresa o para el momento de desarrollo en el que se encuentra esta. Muchas veces no se dan cuenta que se están jugando su futuro, pues se van a unir a un compañero de viaje para muchos años. Por lo tanto, la elección del posible inversor a incorporar a la empresa es fundamental, además debemos pensar que si la empresa crece, probablemente necesitemos incorporar en el futuro a otros inversores que nos acompañen en esa posterior fase de crecimiento.

Veamos unas recomendaciones a tener en cuenta para elegir inversor: la principal sería conocer su perfil, para lo cual intentaremos dar respuesta a diferentes preguntas como: si tiene experiencia en inversión, cuál es su sector de interés y si tiene experiencia en él, su tipo de implicación (dinero, gestión, otros recursos, contactos, nombre,..), el nivel de riesgo que asume, el control que se plantea ejercer en la empresa, los plazos de salida,? Todas estas informaciones no son fáciles de conseguir, y una forma de conocerlas es la de preguntar al resto de empresas en las que ha invertido, y cuál ha sido su evolución. Asimismo podemos intentar conocer con quien a co-invertido y que opinan de él otros inversores, pues hay una cierta transparencia en el sector.

El posible Pacto de Socios a plantear con el inversor es fundamental, ya que es con el que nos tendremos que regir en el futuro, y la definición de este nos puede dar muchas pistas sobre el planteamiento que tiene el inversor, viendo en que puntos pone más presión. Es importante conocer sus posibilidades de seguir invirtiendo en sucesivas rondas, cuando necesitemos más fondos, y de no ser así que no nos pueda bloquear las futuras inversiones.

Para tomar la decisión final, tengamos en cuenta si nos va a apoyar en las decisiones clave de la empresa y en los momentos de mayor presión, si tiene buenas conexiones/contactos para el crecimiento, si nos va a poder aportar futuros inversores, y sobre todo si entre ambos existe un buen nivel de empatía, que nos permitirá mantener unas buena relación en el futuro.