La cooperación es una forma de organizar el trabajo pero también es una virtud y puede ser incluso una estrategia para encontrar una solución. Para volver a empezar, por ejemplo. Bajo esa premisa la fundación Florida, de Florida Universitaria, ha puesto en marcha un programa social cofinanciado con la fundación CaixaBank (75%) para ayudar a una treintena de mujeres paradas de larga duración a encontrar trabajo desde una estrategia cooperativa. Florida, una cooperativa educativa fundada hace cuatro décadas, traslada su filosofía de trabajo a la búsqueda de empleo.
«Esto no es un curso al uso», explica Ana Company, directora de la fundación Florida. El objetivo del proyecto es que este grupo trabaje de forma colaborativa en beneficio de todas los integrantes. «Para ello simulamos trabajar en una empresa cooperativa, con división de roles. Cada grupo se responsabiliza de un área determinada. Unas, como recursos humanos, para conocer y gestionar los perfiles y mejorar sus posibilidades de empleabilidad; otro grupo, de comunicación, para darse a conocer en redes sociales y otros foros. Un departamento de márketing, para mejorar los instrumentos de venta y currículums para acceder a ofertas que ni siquiera les llega. Y también un área de gestión de proyectos, para saber montar un evento, por ejemplo, con el que darse a conocer», ejemplifica.
«Lo más interesante es que somos nosotras las que trabajamos para que todas podamos encontrar puestos de calidad. Es una herramienta que cada una por sí sola no podría conseguir», resume Ana Villanueva, una de las participantes en este programa de Florida.
Ellas cogen el 94% de excedencias por hijos
Su caso podría ser el mismo que el de miles de mujeres, las que casi siempre echan el freno a su carrera, las que asumen las reducciones de jornada para cuidar a mayores y niños, las que renuncian a buscar empleo y se convierten en lo que fríamente se conoce como ´colectivo de difícil inserción laboral´. Son ellas las que se cogen la excendencia para el cuidado de los niños en el 94,15% de las situaciones. En su caso, Ana Villanueva cuenta con alta capacitación (es licenciada en Psicología) y dilatada experiencia (fue responsable de recursos humanos de un centro especial de empleo), pero el paro y la posterior maternidad la han dejado fuera del mercado más años de los deseables.
La formación, precisamente, no es un problema para este grupo de 30 mujeres, de entre 36 y 45 años y paradas de la larga duración. Ni siquiera lo es para el inmenso grupo de valencianas en el desempleo. Según datos de la EPA, de las 240.000 paradas al cierre de 2016, casi 71.000 tienen estudios superiores; y 143.000 una formación de secundaria o superior.
Autoestima y motivación
«Ves los currírculum y te echas las manos a la cabeza, son muy potentes», explica José Ángel Traver, coach del programa. Entre la treintena hay una procuradora, una exdirectora de sucursal bancaria, varias licenciadas, ingenierías, perfiles técnicos... «Hay problemas de autoestima y de motivación. Quieren volver al mercado, pero tras los últimos años es muy complicado y ellas están un poco obsoletas», añade. «Lo que queremos es dar herramientas para mejorar el currículum, las cartas de presentación, y también las habilidades personales, de automotivación, autoestima y autogestión, así como las habilidades sociales, de trabajo en equipo, gesitón de conflicto, lideragzo... Empoderarlas», sintetiza Traver.
«Está siendo muy gratificante. Te encuentras a ti misma, laboralmente hablando, y retomas conocimientos y seguridad, con más años pero también con más experiencia»», tercia Ana Villanueva, la exdirectora de recursos humanos. «Por deformación profesional mides las debilidades de cada una de nosotras por este parón laboral», explica: «Nuestro coach se está encargando de esa parte, de reforzarnos con seguridad y recordarnos lo válidas que hemos sido. Eso se nos olvida cuando pasan unos años».
Este programa, que se desarrolla con clases presenciales tres días por semana entre el pasado febrero y el 30 de octubre, tiene como objetivo último el reingreso en el mercado de trabajo. La fundación Florida, de hecho, trabaja con este fin: «Desde la fundación trabajamos los contactos con empresas y entidades colaboradoras para asegurar que el alumnado sale formado, y gestionamos la bolsa de trabajo de alumnos y exalumnos, una orientación guionizada y diseñamos proyectos que pueden ayudar a colectivos desfavorecidos», concluye la directora Ana Company.
