El valenciano Pascual Martínez-Gómez trabaja en Tokio para el «CSIC japonés» en el desarrollo de programas de inteligencia artificial. El investigador diseña sistemas para que los ordenadores comprendan lo que dicen los humanos y en aplicaciones para comprobar que lo que asegura una persona es verdad. Este tipo de programas buscan desmontar las mentiras de los políticos o los falsos rumores que circulan en las redes sociales. Martínez-Gómez advierte de que estamos ante el inicio de una nueva revolución industrial en la que los robots van tener más protagonismo gracias a los sistemas basados en la inteligencia artificial en los que están trabajando y que mejoran la comunicación con las máquinas. «Amazon ya está sustituyendo robots por máquinas», subraya.

Pascual Martínez-Gómez, que es de la Pobla de Vallbona, se instaló en Japón hace siete años tras licenciarse en informática en la Universtitat Politècnica de València. «Fui a aprender sobre traducción automática, que es el sistema que emplean programas como Google Translate», explicó. El investigador, que roza los treinta, entró a trabajar hace un año en el Instituto Nacional de Investigación Avanzada en Ciencia y Tecnología, que es un centro similar al CSIC que opera bajo el amparo del Ministerio de Industria de Japón. El instituto está volcado en el desarrollo del lenguaje de las máquinas para que los ordenadores comprendan la semántica. «Ahora cuando hablas a un ordenador transmites una cadena de caracteres. Nosotros a partir de cadenas de texto obtenemos representaciones semánticas. La clave es que el ordenador entienda lo que decimos. Hasta ahora podemos dar instrucciones a un robot como que nos traiga un vaso de agua. Mi trabajo consiste en que el robot sepa lo que significa. La otra forma de comunicarse con las máquinas es programando. Nosotros tratamos de que no haga falta saber programación sino que el robot entienda a las personas».

El instituto donde trabaja el científico valenciano es un puente entre la investigación académica y las empresas. «Al estar bajo el paraguas del Ministerio de Industria, las empresas nos consultan y nos piden soluciones para sus problemas. Lo último que nos ha llegado es de Microsoft», señaló. El científico precisó que trabajan en un sistema para verificar lo que se dice en público. «Permite comprobar, por ejemplo, si es cierta una acusación de Trump sobre que en la época de Obama el paro creció un veinte por ciento. Es una misión de los periodistas contrastarlo, pero se puede hacer de forma automática. Esto tiene múltiples aplicaciones. Podremos comprobar si rumores que corren por Twitter o Facebook son ciertos. Tenemos prototipos con esta tecnología ahora en el laboratorio».

El instituto de inteligencia artificial donde trabaja Martínez-Gómez también colabora con la multinacional Nec para prevenir los accidentes laborales en las fábricas. «Es un sistema que identifica los patrones de accidentes para prevenirlos en el futuro. Hace falta analizar muchos informes y para los ordenadores es más fácil», señaló. En otro proyecto con la firma automovilística Toyota desarrollan soluciones para vehículos de conducción autónoma. «La tecnología para los coches autónomos puede estar disponible en menos de diez años. Yo creo que al final será lo normal y las compañías de seguros penalizarán a las personas que utilicen la conducción manual», destacó el investigador valenciano.

Pascual Martínez-Gómez incidió en que Japón está mucho más avanzado tecnológicamente que Europa. «Ahora en España se comienza a hablar de domótica y de bombillas inteligentes que se pueden activar por internet (Ikea las acaba de poner a la venta). Eso en Japón lo tenemos desde hace muchos años. Yo en casa tengo una máquina que me hace el arroz automáticamente», destacó.