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El informe

Vectalia: Mucho más que transporte de viajeros

El grupo alicantino alcanzó el año pasado los 200 millones de facturación y los 3.000 empleados. además de la movilidad, tiene negocios relacionados con la gastronomía y, sobre todo, con el mantenimiento, limpieza y seguridad de 400 infraestructuras en españa

Vectalia: Mucho más que transporte de viajeros

«Mi abuelo decía que el que trabaja no sabe hacer otra cosa», afirma Antonio Arias. Esta declaración de principios rige todavía en Vectalia, el grupo alicantino de transporte de viajeros, servicios y gastronomía del que Arias es consejero delegado. El nieto completa la consigna: «La cultura del ocio en los grupos familiares no es una prioridad». Broma, ninguna. Tan es así que la tercera generación tendrá que demostrar que está capacitada, porque «la empresa no puede ser un refugio de trabajo para la familia».

Los orígenes de este grupo que alcanzó el año pasado los 200 millones de euros de facturación están lejos de Alicante. Concretamente, en el norte de Castilla. Allí nació en 1929 Joaquín Arias López, fundador de la empresa, padre de Antonio y, con 87 años, todavía presidente del consejo de administración. «Le gusta estar al tanto, pero no lleva la labor ejecutiva, aunque todos los días acude a una explotación agraria que tenemos en Novelda», asegura su hijo, quien añade que su progenitor «no tiene cultura de estar en casa». Joaquín Arias vino al mundo en la localidad leonesa de Puente de Domingo Flores en una familia muy emprendedora. Su padre tenía negocios en el sector del pan (una fábrica de harinas), la construcción (cerámica) y el transporte de viajeros, en el que, entre otras iniciativas, puso en marcha una ruta a Galicia junto al conocido empresario gallego Eduardo Barreiros. Cada uno de los cuatro hijos heredó una parte del negocio y a Joaquín le correspondió el transporte. Con aquella simiente, inició su andadura empresarial, al principio con concesiones de transporte urbano en Ponferrada, Lugo, Vigo, Oviedo... Con la llegada de los setenta, su vida y su trayectoria profesional dan un vuelco tras tomar la mayoría del capital de la empresa que tenía adjudicado el servicio de transporte urbano en autobús de Alicante. Arias decide trasladarse con su familia al Mediterráneo, desde donde mantiene los negocios del norte.

Tras adquirir la empresa de autobuses de la Playa de San Juan, el empresario da otro giro al negocio, sin salirse de la ruta, y entra en la actividad de las estaciones de servicio en lo que fue el germen de Vectalia Oil, fundada en 2012 y que aglutina a sus gasolineras de Alicante, El Campello, Elda, la Vila Joiosa o Santa Pola. En 1988, adquiere Automóviles La Alcoyana y se expande en la actividad de transporte de personas. Siete años más tarde crea el Grupo Subus, donde integra todas las filiales de este sector, que acaba extendiendo sus tentáculos al área metropolitana de València a través de la sociedad Urbatur.

A todo esto, Antonio Arias, nacido en 1960 y alicantino de adopción, ya se había incorporado a la empresa. Tercero de cinco hermanos, entró en el grupo siendo joven «y desde abajo, con lo que he recorrido todas la áreas» hasta ocupar el cargo de consejero delegado y presidente del grupo en el extranjero. Y es que Vectalia, con una flota de 840 vehículos y 3.000 trabajadores, inició su expansión exterior en 1995 y lo hizo a propuesta de un directivo francés fichado por Arias. «Y nos fuimos al sur, al Languedoc» galo, que ahora representa el 31 % de la facturación desde la sede de Perpignan. Años más tarde, Vectalia se ubicó también en Marruecos. La internacionalización es un objetivo de futuro y, de hecho, «estamos viendo Latinoamérica», pero Antonio Arias admite que ese continente queda lejos, sobre todo en un negocio que requiere cierta proximidad para el desplazamiento de equipos.

Además del transporte de viajeros, que abarca también lugares como Mérida, Cáceres o Albacete, el grupo Vectalia tiene intereses en el alquiler de autobuses, el sector gastronómico (con un restaurante propio en Alicante, la gestión de otro en el club de regatas de esa ciudad y la propiedad en Novelda de la bodega Casa Cecilia) y en los denominados facility services, es decir el mantenimiento, limpieza y seguridad de 400 infraestructuras de toda España, principalmente centros comerciales. Una de las líneas de expansión es la de las limpiezas ferroviarias, donde ya opera en las trenes de Madrid a València. Asimismo, gestiona la actividad comercial de estaciones de autobuses, en unos casos previa construcción del recinto y mediante licencia (Pamplona, Petrer o Santa Pola) y en otros, a través de concesión municipal, como en Alicante o Alcoi.

Uno de los últimos empeños de Antonio Arias es que el nuevo mundo tecnológico impregne al grupo. Para ello tiene una empresa en Francia de desarrollo de aplicaciones tecnológicas con un departamento de ingeniería que busca «innovaciones para aplicarlas a nuestros servicios», como soluciones de pago con móvil, guiado de viaje o integración con big data para mejorar el tráfico de las ciudades. Ese futuro que ya está aquí.

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