Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El constructor de la identidad del ´país´

Caminar por València es casi como recorrer la obra de Pepe Gimeno (València, 1951), uno de los maestros del diseño gráfico valenciano. La ciudad es su museo. Su mano está detrás de las marcas de algunas de las instituciones, públicas y privadas, que unen a los valencianos, algo desconocido para el gran público. Además de la palmera turística, obra suya fue el rediseño de la imagen del Banco de València, la histórica entidad desaparecida. Pero también la adaptación del logo de las Corts Valencianes a partir de un grabado del siglo XV, y de los transportes por los que pasan cada día cientos de miles de valencianos: Metro, la EMT de València, el Tram de Alicante, Metrobus...

«Es muy bonito para mí. Me siento muy honrado de haber contribuido a la imagen de la C. Valenciana. Ha ayudado el hecho de haber estado en un momento determinado, cuando se estaban cambiando las instituciones», reconoce Gimeno. Este artista pictórico y escultor, hoy al frente del estudio Gimeno Gràfic en Godella, es ciertamente uno de los históricos del diseño gráfico valenciano, protagonista de un momento como los 80 en que las instituciones se estaban construyendo y un pequeño ramillete de diseñadores como Paco Bascuñán, Nacho Lavernia o Javier Mariscal estaban en primera línea.

Al margen de trabajar la identidad gráfica de espacios públicos (la Plaza de Toros o el Circuit Ricardo Tormo son sus últimos trabajos en este ámbito), la empresa privada es un campo en el que Gimeno ha dejado su impronta.

Patronales de sectores tradicionales como el azulejo (Ascer) o el mueble (Anieme) le han confiado su identidad gráfica. La tipografía de Lladró, el rediseño de Roca o la firma cosmética RNB, el sindicato Intersindical y hasta el Palacio de Congresos están en su catálogo. Incluso el primer rediseño de la Cámara de Comercio, que luego perdió con la unificación de todas las cámaras de España.

A cuenta de la «desfeta» del sistema financiero y la desaparición de «su» Banco de València, Gimeno reflexiona: «Los diseñadores lo hemos notado mucho. La fuente de muchos trabajo eran las fundaciones, que siguen, pero no es lo mismo. Nos pasa a nosotros y a muchos otros. El negocio está en Madrid y Barcelona». ¿Y que hay del presente de este sector creativo valenciano? «La oferta es fantástica, hay un talento enorme. El problema está en el nivel de encargo, es lamentable la valoración del profesional. Un trabajo como el de las Corts, con los presupuestos actuales de la administración, sería imposible, una ruina para el estudio. Estarías subvencionando al cliente», concluye.

Compartir el artículo

stats