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El autoconsumo regresa a la agenda política

Placas solares para autoconsumo instaladas en Ota, población a 80 kilómetros de Tokyo. reuters/YURIKO NAKAO

La Generalitat Valenciana lanza mañana una ayuda pionera para fomentar el autoconsumo energético con préstamos a interés cero para empresas y desgravaciones del 20 % en el IRPF para los ciudadanos que se instalen un sistema de placas solares. La iniciativa la van a copiar Cataluña, Extremadura y Asturias, y ha sido acogida con los brazos abiertos por la patronal del sector y por asociaciones que promueven el autoconsumo como Som Energia. El Consell busca con la medida contrarrestar las políticas desincentivadoras del Gobierno que tienen como máximo exponente el conocido como impuesto al sol.

La Conselleria de Economía, a través del Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (Ivace), abre mañana el plazo para solicitar las ayudas para la implantación de instalaciones de autoconsumo. El objetivo de esta nueva línea de ayudas es facilitar la incorporación de este tipo de tecnologías y se enmarca dentro del Plan de Impulso al Autoconsumo. Según el conseller Rafa Climent, la intención es que el autoconsumo sea «la pieza fundamental del nuevo modelo energético» que impulsa la Generalitat.

En el caso de las empresas, el plazo para la presentación de solicitudes se prolongará hasta el próximo 15 de septiembre y el presupuesto inicial es de 2,4 millones de euros. Los préstamos con interés cero se pueden devolver hasta en diez años en cuotas semestrales y el importe máximo del crédito es de 300.000 euros. Las empresas pueden pedir los créditos para instalaciones de autoconsumo basada en cualquier fuente de energía renovable como la fotovoltaica, eólica o biomasa.

En cualquier caso, es importante tener en cuenta que el Ivace ha decidido financiar exclusivamente instalaciones cuyos equipos principales estén fabricados en la Unión Europea como muestra de apoyo a la industria local. Las ayudas darán cobertura a todos los gastos de redacción del proyecto y a los costes de tramitación administrativa e inscripción de las instalaciones. Los beneficiarios dispondrán hasta el 1 de junio de 2018 para ejecutar e inscribir las instalaciones en el registro correspondiente.

El programa también impulsa la instalaciones de miniparques eólicos. Este tipo de instalaciones utilizan aerogeneradores de pequeña potencia que oscilan entre los 100 KW y los tres megavatios, y se pueden vincular al autoconsumo de hogares, industrias y cooperativas.

Los nuevos miniparques eólicos -que se van a poder instalar al margen del plan eólico- tienen que dedicar obligatoriamente un 30 % de la electricidad que generan el autoconsumo y no podrán rebasar un techo de tres megavatios, el equivalente al consumo de tres mil viviendas. Los promotores de estos miniparques podrán tramitar los permisos con el régimen general de las instalaciones eléctricas y no tendrán que someterse a las zonas declaradas aptas en el plan eólico valenciano.

Por otro lado, el Consell ha cambiado el sistema de ayudas a fondo perdido para que los particulares se instalen placas solares de autoconsumo por la bonificación a través del IRPF. El Plan de Impulso al Autoconsumo establece deducciones fiscales del 20 % en el tramo en vigor autonómico. Las deducciones son para instalaciones hechas desde el 1 de enero de 2017 y se podrán deducir en la campara de la renta del año 2018.

La base máxima de deducción es de 8.000 euros (por lo que el importe máximo a recuperar es de 1.600 euros) y no se establecen límites máximos en las bases de tributación a la hora de determinar el importe de la deducción. Según Economía, con el cambio va a aumentar el número de beneficiarios y se simplifican los trámites administrativos que antes eran necesarios para conseguir las ayudas.

Andrés Montesinos, presidente de la sección territorial de Som Energia y portavoz en València, explicó que una instalación de completa como la que él tiene en su piso de Foios y que le permite ser autosuficiente cuesta entre 6.000 y 8.000 euros. Montesinos advirtió de que para instalarlo en una terraza comunitaria hace falta el permiso por unanimidad de la comunidad de propietarios porque es una zona común. «Uno solo no podría, pero para una comunidad de propietarios es un proyecto interesante porque se ahorrarían el coste de la luz del ascensor y de los elementos comunes. En los últimos ocho años el precio de las placas solares ha bajado un 80 % y ahora es muy competitivo».

Marcos J. Lacruz, presidente de la Asociación Valenciana de Empresas de Energía (Avaesen), subrayó que las ayudas del Consell «son una solución para paliar el impuesto al sol. El 20 % de bonificación en el IRPF es un estímulo razonable, pero hay medidas adicionales que se pueden tener en cuenta como las ayudas directas a la compra de equipos». El representante de la patronal valenciana de empresas de energía advirtió que la terraza de una azotea de un edificio de viviendas «no da para que todos los vecinos se instalen placas».

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