Vivimos tiempos que evolucionan a velocidad de vértigo. Todavía no nos hemos adaptado a la llamada economía colaborativa y ya llega una nueva disrupción que va a cambiar la forma de entender el mundo, las relaciones económicas y en definitiva, nuestra vida: la economía descentralizada.

Cuando las instituciones y gobiernos aún no han sido capaces de regular cómo debemos funcionar con la economía colaborativa (cómo tratar, por ejemplo, a nivel laboral/legal a los empleados de Uber o impositivos en los apartamentos de AirBnB), aparecen las llamadas organizaciones descentralizadas, es decir, un paso más allá de la economía colaborativa.

Pero, ¿en qué consiste una organización descentralizada? ¿Os habéis imaginado alguna vez en una especie de escenario julioverniano? Una sociedad en la que no haya empresarios ni trabajadores, sino que todos formemos una comunidad en la que un día te conectas, subes una foto o un post, recibes unos tokens (moneda virtual similar al bitcoin), que gastas para adquirir otra cosa, y a su vez recibes tokens por hacer otro tipo de trabajo como validar comentarios de otros, o por recoger y llevar ropa a lavandería, o llevar a alguien en tu coche (si es que existe)... de tal manera que al final la gente está siendo remunerada por su contribución a la sociedad activamente, tanto en el mundo online como en el offline.

La tecnología blockchain permite la aparición de nuevas organizaciones totalmente descentralizadas donde los usuarios son los únicos trabajadores y por tanto, se convierten en organizaciones difusas, en las que no hay empleados ni empresarios sino una comunidad. Aprovechando la tecnología blockchain, cada vez que alguien contribuye a esa plataforma, recibe a cambio moneda virtual (tokens). Esto es lo que ha venido a llamarse DAOs (Decentralized Autonomous Organizations).

Las DAOs son un nuevo tipo de organización equiparable a una sociedad digital, pero sin ningún tipo de entidad legal adscrita. Está creada con código informático, es decir, es una entidad que sólo existe sobre la cadena de bloques (blockchain), controlada directamente por los propietarios de la misma, sin necesidad de que exista una dirección centralizada. La diferencia principal con la economía colaborativa, es que en este caso hay un ente detrás que es el que se saca un margen de cada operación. Es decir, se dedica que la plataforma tenga calidad y beneficios. En la economía descentralizada, desaparece esa figura, y es la comunidad quien recibe estos token por hacer un trabajo que antes hacía un ente centralizado.

Ya hay DAOs para mensajería instantánea (Status), para tener un Google descentralizado (Brave), un banco descentralizado o sistemas de hosting donde albergar todas las plataformas. Y hay cientos de proyectos que han levantado miles de millones de dólares en 2017 para hacer la economía descentralizada una la realidad en pocos años.

Esta nueva situación, ya hay quienes la han comparado con un nuevo paradigma en la disyuntiva entre comunismo u capitalismo. No se puede decir si es de extrema izquierda (desaparecen entes de todo tipo y decide la comunidad) o es el capitalismo llevado al extremo puesto que no hay un ente centralizado que ponga límites, sino que todo queda a la oferta y a la demanda. ¿Será verdad que en breve veamos DAOs 100% descentralizados devolviendo el poder y los beneficios a la comunidad? ¿O habrá una mayor concentración de riqueza todavía?