Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Entrevista | Felipe Benítez de Lugo

«Los políticos dicen que acabó la crisis y de eso nada, sobre todo en España»

El abogado resalta que mientras haya problemas como el desempleo, continuará la recesión económica

«Los políticos dicen que acabó la crisis y de eso nada, sobre todo en España»

Felipe Benítez de Lugo trabajó durante 42 años en Banco Santander y fue el responsable, desde Nueva York, del despegue en el continente americano de la entidad que hoy preside Ana Patricia Botín. Hoy retirado de la batalla diaria asegura que un incremento del PIB no puede significar el final de una crisis cuando el país mantiene tasas de desempleo «inaceptables».

¿Cómo se define?

Soy un ciudadano de a pie. Un abogado no ejerciente que ha trabajado en banca.

¿Ha cambiado este concepto de banca?

Nada es lo que era antes y no me sorprendería que desapareciera incluso la palabra. El avance tecnológico empuja de tal manera que ha cambiado todo, incluidas nuestras vidas. Esto también genera problemas.

¿Qué es un banco hoy en día?

A la banca hay que llenarla hoy de adjetivos: comercial, industrial, institucional, de inversión... Por así decirlo, se está fraccionando como consecuencia de esa continua implementación tecnológica, absolutamente crucial en el desarrollo de la banca. Ese es el factor que va a generar fusiones y la desaparición de muchos bancos, que van a ser forzadamente integrados, con grandes masas de despidos, cierres de sucursales...; es el camino al que se ven empujados si no quieren quebrar, como ya les ha pasado a otros... Si hay que definir un banco ahora, sería una plataforma mercantil.

¿Se ha acabado la crisis?

Estamos en plena crisis todavía. Los políticos dicen que se ha acabado y de eso nada, sobre todo en España.

¿Por qué?

Porque mientras se mantenga el problema que tenemos de desempleo, hay crisis. No se enrollen con que si el PIB ha aumentado, que si la inflación... No, seguimos con una tasa de desempleo inaceptable, y eso es crisis. No se puede definir de otra manera.

¿Sobran bancos?

Claro que sí, pero no por gusto, error o negligencia, sino porque la gente no tiene la formación para digerir esa evolución tan veloz que si me apuran, casi ni nosotros la seguimos. Te puedes pegar cuatro días para entender un producto y al mismo tiempo entra un cliente en una sucursal en Arucas y dice «oh, Manolo, ¿cómo te fue?». No encajan ambas piezas.

¿Por dónde pasa hoy la rentabilidad de los bancos?

Por eso digo que los bancos van a desaparecer. Entre otras cosas, la rentabilidad es imposible de la manera en que se están gestionando los intereses en los bancos centrales. Un banco es una gestión activo-pasivo, no es otra cosa. Cuando empezó todo en Italia en el siglo XVII, los primeros bancos les pagaban un 2% a sus clientes, por ejemplo, y estos reinvertían esos depósitos en barcos que iban a la India, en minería... Esa gestión activo-pasivo ha cambiado. Hoy vas a un banco y no te pagan nada. El bono español a diez años te da un 1,5% o un 2%. ¿Qué negocio es ese? Si me apuran, la palabra banca solo puede utilizarse de una forma simbólica, hoy son plataformas mercantiles.

¿Y el cliente ha cambiado?

Se generan nuevos productos para satisfacer su carácter inflacionario, porque el individuo lo es siempre. Cuando un señor compra un apartamento en Escaleritas por 40.000 euros, ya piensa en dar un pelotazo y venderlo por 60.000. Es una mentalidad inflacionaria. No paga lo que vale el activo, está pensando que vale más. Eso es inflación pura y búsquenme a alguien que no piense así, no existe.

¿La banca europea es como la americana en este momento?

No. En EE.UU. hay 14.500 bancos, una barbaridad, porque tienen legislaciones estatales diferentes. Desaparecen muchísimos y se fusionan otros muchos, pero no es comparable. Ni siquiera puede establecerse parangón entre los estados. Ahora bien, la banca europea va por buen camino y la española, también, aunque se cometan errores.

¿De dónde vienen esos fallos?

Hay una injerencia política constante. Este país tenía una estructura de cajas en las que todos los consejeros eran políticos. Ya me explicarán qué negocio puede estar gestionado por señores que van ahí... No quiero decir más porque me trituran.

Usted presentó a Felipe González ante la sociedad neoyorquina antes de ser presidente de España. ¿Cómo surgió aquello?

Yo era presidente de la Cámara de Comercio Hispano-norteamericana y se dirigió a mí. Hicimos un almuerzo en el Pierre Hotel. Lo primero que me preguntó era para quién trabajaba. Cuando le dije que para Banco Santander, me contestó que con media docena de hombres como Botín él podía resolver el problema de España. Las compañías americanas querían oírle en un momento delicado, de transición en nuestro país. Se llenó.

¿Cómo fue esa intervención?

Felipe era y es un monstruo. Descafeinó la imagen que había de que el PSOE era la bestia negra.

¿Había recelos?

El partido más radical de EE.UU. está a la derecha de Rajoy. Felipe les dijo que serían bienvenidos y que estudiarían caso por caso sus proyectos de inversión para facilitarlos. Dijo lo que tenía que decir y todos se fueron encantados. Después nos fuimos a Studio54.

¿A la discoteca?

Cómo ligaba ese hombre, era una cosa impresionante. (Risa).

Compartir el artículo

stats