Vicente Aguilar Montoro (Paiporta, 1951) era capaz de acarrear sobre sus hombros sacos de patatas de cincuenta kilogramos de peso desde muy joven, cuando comenzó a trabajar junto con su padre en el puesto 21º del Mercado de Abastos de València. «Tenía tan sólo quince años al incorporarme en el negocio familiar, una etapa quizá muy temprana aunque bastante habitual en aquellos tiempos en los que era necesario generar ingresos para sostener el hogar», recuerda ahora el veterano empresario desde su cuartel general en Riba-roja en vísperas de celebrar el 50º aniversario de Patatas Aguilar. En esta fábrica ya es capaz de procesar, empaquetar y comercializar 50.000 toneladas cada año.
Hace medio siglo Vicente Aguilar no pensaba que llegaría a ser líder en la Comunitat Valenciana y entre los cinco primeros de España en un sector entonces muy atomizado y repleto de pequeños empresarios. El espíritu emprendedor de su padre, Vicente Aguilar Martínez, agricultor y vendedor de abonos en l'horta Sud tuvo un punto de inflexión en 1967 al comenzar a comprar y vender patatas fuera de temporada del campo valenciano. Comenzó a traer tubérculos de Guardamar del Segura. En poco tiempo llegaron de otros territorios para vender a mayoristas desde la parada de aquel mercado valenciano. «Mi padre me enseñó la importancia de transmitir conocimientos a los trabajadores y dejar que las personas aprendan, a dejar que ellas desplieguen sus alas y se lancen a trabajar por sus sueños», explica el propietario del negocio familiar en manos de la segunda generación y que consigue una cifra de negocio de 20 millones de euros. En la actualidad emplea a medio centenar de trabajadores.
La crisis no redujo el consumo
Patatas Aguilar, cuyo primer almacén se instaló en Paiporta y estuvo abierto hasta 1986 (entonces la sociedad se llamaba Patatas Aguilar Hermanos S.A.), posee ahora con una factoría en Riba-roja de Túria, donde destaca la planta de envasado de 10.000 metros cuadrados ubicada sobre una parcela de 20.500 metros. Dispone también de dos puestos de venta: uno en Mercovasa (El Puig) y otro en el Mercado Abastos de Castelló.
«La crisis económica de hace una década no ha reducido el consumo», explica el propietario del imperio familiar. De hecho, según la Organización de Naciones Unidas (ONU) la patata es el cuarto alimento más consumido en el mundo sólo superado por el arroz, el trigo y el maíz. Cuenta Aguilar que mil millones de personas consumen patatas a diario en todo el mundo. Él se siente orgulloso ser proveedor de grandes empresas del sector de la distribución como Carrefour y Consum así como de tiendas tradicionales.
«Durante dieciséis años fuimos también suministradores de Mercadona aunque esa relación con la compañía de Juan Roig acabó en 1998 porque querían que fuéramos interproveedores; es decir,vender toda su producción a esta compañía», recuerda Vicente Aguilar.
Para asegurarse la producción Patatas Aguilar dispone de una extensa red de productores -compra a unos 400 agricultores- en las principales zonas de producción de países como España, Francia, Holanda y Estados Unidos. En España inicia la compra en Málaga, en el mes de marzo; luego en València (abril), para seguir en Albacete, Granada, Valladolid, Segovia... Dice que casi todos los productores de patatas de España y Francia lo conocen.
Además de la gran distribución (con formatos desde 400 gramos hasta 10 kilogramos), vende en mercados mayoristas, en el canal «Horeca» (hoteles, restauración y cafeterías) y comercializa semillas para los agricultores. Desde 2003 Patatas Aguilar distribuye semillas Certificadas de HZPC, empresa líder mundial en producción y desarrollo de nuevas variedades. De la mano de esa firma desarrolla nuevas variedades de producto y consolida las ya existentes. Además, vende cebollas y boniatos, aunque esa actividad en menor.
Pensando en el futuro
Las ventas al exterior aglutinan ya entre el 8 % y el 10 % de la cifra de facturación de Patatas Aguilar, que llega incluso a países del Golfo Pérsico como Dubai; así como a Noruega y Polonia, dos de sus principales mercados de Europa. Por otro lado, un tirón en su negocio es el suministro para industria de productos de la llamada quinta gama (lista para consumir) dado el tirón, por ejemplo, de la tortilla de patatas. Pensando el futuro, la mercantil acomete ahora un plan inversiones de 4 millones de euros para modernizar líneas de recepción, lavado y selección de patatas. «El nuevo escáner será capaz de clasificar por tamaño y color hasta 175.000 piezas por hora», explica Aguilar desde la nueva sala de control del almacén, todavía en construcción.
La reactivación de la economía permite al propietario Patatas Aguilar ser optimista de cara al futuro. De hecho, el consumo en los hogares españoles -que apuestan por el producto fresco- se ha incrementado un 0,5 %, hasta alcanzar los 30,19 kilos por persona y año en 2016, según el Panel de Consumo Alimentario abril 2016-marzo 2017. Los hogares adquirieron 1.326 millones de kilos de patatas durante esos doce meses, lo que supone 6,3 millones de kilos más que en el mismo periodo del año anterior.
«Aunque el consumo no deja de crecer la cifra de negocio puede oscilar de año en otro en función de los precios», explica Aguilar. Pese a todo, la mercantil con medio siglo de historia aún tiene recorrido. El gasto anual de las familias españolas asciende a 1.123 millones de euros anuales. Eso supone que el 1,67 % del presupuesto en alimentación de los hogares se destina a comprar este producto básico en la cesta de la compra.
