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Renzo Rosso: «He sido muy valiente y loco con Diesel y la moda»

Renzo Rosso: «He sido muy valiente y loco con Diesel y la moda»

­Su extraordinaria e incomparable sencillez en el trato, la forma de expresarse y su forma de ser y vestir esconde a una gran filántropo y un audaz hombre de negocios que le encanta mantener una relación cercana con sus trabajadores. Renzo Rosso (1955, Brugine) es propietario de un imperio de moda en Italia y medio mundo con marcas como Diesel, Marni, Maison Margiela, Net-a-Porter, el vino de pequeña producción y gran calidad Bianco di Rosso, del que se muestra muy orgulloso; la marca de comida biológica NaturaSI, tiendas, hoteles, restaurantes y magníficas propiedades en su ciudad natal Brugine y Bassano di Grappa en el Veneto italiano.

¿Está orgulloso de su producción de vino?

La uva de diferentes maneras, primero del centro y después de los lados. Las depositamos en diferentes barricas, el trabajo final de los productores es mezclar. La calidad es muy buena. El vino se llama ‘Bianco di Rosso’.

¿La moda cambia demasiado rápido hoy en día?

Cambia cada 6 meses. Así que sale una colección nueva y con ello tienes que probar una vez más que sigues vivo. Es una industria que te mantiene joven de mente porque tienes que reinventarte cada 6 meses, fijarte en lo que hace otra gente y ver que demanda el mercado. El último año ha sido más duro con el trabajo digital, el 25% de la venta de Diesel es ya on-line, hemos empezado a cerrar las pequeñas tiendas de las ciudades menores porque ya no son rentables.

¿La venta on line está revolucionando esta industria?

Sí, estamos reduciendo también el tamaño de las grandes tiendas y las más pequeñas porque el tráfico no es suficiente. Es muy cómodo comprar por Internet porque te permite estar en casa con tu familia, que el género te llegue a tu hogar, te puedas probar la ropa tranquilamente y si no te va bien la devuelves. Es otra manera de trabajar y nos tenemos que acostumbrar a ella. Dependiendo del nivel y la orientación de la marca se trabaja de una manera u otra. Por ejemplo con nuestra marca Maison Margiela, que es ropa más exclusiva, no se puede trabajar mediante el see now, buy now (lo veo, lo compro) pero en el caso de Diesel, que es más comercial sí. La vida va muy rápido, si un influencer lo lleva la gente lo quiere ya, si no lo tienes disponible se olvida y has perdido la venta.

¿El consumidor se he convertido en el rey de la moda?

Hoy en día todo gira alrededor del consumidor, puesto que es el que decide lo que quiere. Sobre todo ahora es importante estar en contacto con los millenials que son muy consumistas, las generaciones anteriores todavía se toman la molestia de ir de tiendas y pueden esperar si no hay algo en stock. Las generaciones anteriores son más leales a una marca, a los millenials no les importa nada, compran lo que quieren, lo que ven y ya está.

Los diseñadores defienden la idea de crear colecciones con más frecuencia y rapidez para evitar las copias y no llegar tarde al mercado¿esto significa un cambio de ruta en la industria?

Ahora producimos cada tres meses, fabricamos la pre-colección, la colección principal y pequeñas colecciones cápsula con estrellas como hicimos para Diesel con Naomi Campbell. Así que al final tienes 6 ó 7 colecciones al año.

¿Cree que usted democratiza la moda con sus marcas?

Soy un hombre democrático y leal aunque no siempre se puede ser democrático en los negocios. Cuando se crea un vestido de John Galliano para Margiela, una de mis marcas más exclusivas, tiene una historia, unas ideas que tienen un coste y esto no te permite democratizar. Mis otras marcas como Diesel sí lo permiten.Crecí en vaqueros, Diesel es la marca que fundé y es mi bebé.

¿Se ha puesto al frente de la creatividad de Diesel para reconducir la marca ante los nuevos retos del mercado?

En estos momentos estoy muy involucrado en la marca Diesel, considero que he sido muy valiente y loco en muchos aspectos porque con Diesel hay que arriesgar y ser diferente. Diesel ha cambiado el mundo de la publicidad, de la moda y las formas de presentar un producto, pero los últimos ocho años he estado dedicado a hacer crecer otras marcas y Diesel perdió un poco la esencia cool que la caracterizaba porque la llevaba más un ‘encargado’. Ahora estoy muy centrado en esta marca y dirigiendo al diseñador y este año hemos logrado la mejor colección que ha hecho nunca Diesel, ha quedado espectacular. Esto me ha hecho muy feliz porque veo el nuevo producto y disfruto. Hemos llevado a cabo un trabajo de reorganización ya que había mucha gente y nadie decidía.Era muy necesario.

¿Cómo logró montar su imperio de moda?

Tras el éxito de Diesel compré otras marcas como Marni, Mansión Margiela, etcétera, hoteles, restaurantes y una compañía de comida biológico muy grande en Italia llamada NaturaSi. Me encanta ir a la granja donde se producen los productos y ver a la gente joven trabajando con ilusión, me abre la mente. Además estamos en Net-a-Porter que es la compañía de lujo on-line más importante del mundo y somos un grupo que vende 5.6 billones.

¿Qué le parece que la gente joven se pruebe las prendas en las tiendas y luego compre el producto on line?

Es otro canal, da lo mismo. Lo importante es que el cliente esté contento, en el caso de Estados Unidos tienes la opción multi channel, somos unas de las cinco mejores marcas que presta este servicio. No importa si compras un producto en la tienda propia de la marca, on line o en unos grandes almacenes como Bloomingdale, ya que puedes comprarlo, cambiarlo o devolverlo en cualquier lado. Es solo cuestión de quien devuelve el dinero pero controlamos mucho este tema. En la mayoría de ocasiones pasa al revés, el cliente mira en Internet lo que se lleva y después va a la tienda a comprarlo.

Pese a su éxito como empresario es una persona a la que le gusta mucho ayudar a la gente a través de sus fundaciones.

Creo que es una cuestión de educación. Mi padre me inculcó los valores de la vida. Esto no se encuentra hoy en día en los jóvenes. Si le doy la palabra o la mano a alguien es de por vida. Valoro mucho la dignidad de las personas, es lo que me inculcó mi padre y pienso que es algo normal. Crecí en una granja, era un ambiente muy agradable y era normal ayudarse unos a otros. Empecé a hacer obras de caridad sin mostrar quien era porque no quería que la gente pensara que hacía caridad para hacerme ver. Soy amigo del Dalai Lama, cada año que viene a Europa nos encontramos. Él me dijo que era erróneo hacer donaciones sin mostrar quien eres. Me convenció en crear una fundación y así lo hice. Me dijo que si lo hacía con visibilidad habría mucha otra gente que me podía seguir. Empecé con la fundación en el 2002-2003.

¿Estados Unidos se ha convertido en un problema para el empresario europeo?

Estados Unidos es un problema en si mismo, el turismo y la industria de la moda han bajado muchísimo, no hay tráfico ni gente. Con el actual presidente quizá crezca la economía global pero está haciendo mucho daño a nivel internacional. No soy político ni tengo una bola de cristal para conocer el futuro pero puedo asegurar que no es una situación fácil. Con el Brexit y la salida del Reino Unido de Europa todo se complica. Mucha gente se situaba en Londres y Reino Unido porque era un lugar accesible, con una burocracia fácil, con 21 % de impuestos, nada comparado con lo que pagamos en Italia. Sin embargo, mucha gente está volviendo.

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