Hay que ser muy anacoreta para no ser usuario de alguna de las nuevas tecnologías que se han filtrado en cada rincón de nuestra existencia. Ahora bien, una cosa bien distinta es utilizarlas como «creadores». Ahí «encontramos muchas carencias», afirma Aitziber Irisarri, una vitoriana con tres lustros de residencia en València que el año pasado puso en marcha en la ciudad una delegación de Wimba Robótica, una academia toledana especializada en formar a niños, jóvenes y profesores en programación, robótica y nuevas tecnologías. El objetivo de la empresa no es otro que inculcar ese tipo de formación a los más jóvenes para que su acceso a la tecnología «sea más natural», singularmente a la hora de interactuar con ella. Y de qué manera, porque los cursos incluyen prácticas con impresión 3D y realidad virtual. «Aunque soy arquitecta, siempre me ha gustado mucho la enseñanza y creo fundamental que los niños tengan a su alcance esas tecnologías a las que tanto nos ha costado acceder a nosotros, porque además les da una capacidad creativa que les abrirá muchas puertas», afirma esta emprendedora.

Wimba Robótica, una joven empresa con tres años de trayectoria, inició sus actividades en València el pasado ejercicio, pero es en el que comienza este mes de octubre cuando ha apretado el acelerador. Un paso trascendental son los acuerdos a los que ha llegado con la aceleradora valenciana Bbooster Venture y con la academia de idiomas Arts for Learning para utilizar sus instalaciones para impartir los citados cursos entre los meses de octubre a junio. Se trata de formación extraescolar también dirigida a profesores que impartan este tipo de materias. Las clases son de 17.30 a 19.30 los jueves en Bbooster y los viernes en Arts. El coste es de 50 euros mensuales y de 135 si se contrata un trimestre. Los cursos se imparten por grupos, dependiendo de la edad de los alumnos.

Irisarri destaca el vínculo que une a Wimba con sus socios, porque Bbooster es una aceleradora de empresas de internet y de aplicaciones móviles, mientras que Arts for Learning se centra en la enseñanza de inglés para niños con el propósito de que lo consigan de «forma creativa, manipulando y experimentando». La academia tiene tres grandes bloques formativos: programación, robótica e impresión en 3D. Respecto de la primera, Wimba, que considera que es la nueva alfabetización, plantea tres fases para el desarrollo de la misma. La fase 1 incluye la iniciación a los conceptos básicos de un algoritmo, lenguajes de programación visuales y resolución de puzzles, creación de juegos sencillos o animaciones. La segunda fase contempla la construcción de algoritmos más complejos, la creación de juegos y la iniciación a programación de apps. La última enseña otros lenguajes de programación y programación de objetos físicos, como robótica.

Robótica

Respecto a esta última, Wimba ofrece programas formativos como LittleBits, definido como un lego electrónico. Se trata de pequeñas piezas basadas en distintos componentes electrónicos que se conectan magnéticamente. Permiten hacer de forma muy rápida prototipos electrónicos y conseguir «que una idea se materialice en un objeto que brilla, se mueve, suena... en función de una entrada o de lo que capta una sensor», según explica Irisarri.

Finalmente, la empresa utiliza en la mayoría de sus actividades el diseño e impresión 3 D «como herramienta de apoyo al proceso creativo de un producto virtual o robótico». Y es que, «cuando los niños descubren que sus ideas cobran vida y pueden ser parte del entorno físico y real más allá de su mente, se sienten motivados y se estimula su creatividad de forma especial». Ahí está el futuro.