¿Cómo sostener el sistema de las pensiones? ¿Hay que elevar los impuestos? ¿Qué pasa con la insuficiencia de ingresos de la Seguridad Social? ¿Hay que incentivar los planes privados de ahorro que complementen el sistema público? La mesa redonda El futuro de las pensiones organizada por la Fundación MAPFRE y el Club Mercantil Diario Levante ha reunido esta semana a expertos en la materia para analizar la situación de unas prestaciones claves para mantener el Estado de bienestar. En este encuentro participaron José Manuel Pastor, decano de la Facultad de Economía de la Universitat de València; Ismael Sáez, secretario general de la UGT-PV; Francisco Ramón Lacomba, abogado laboralista de Cuatrecasas; José Vicente Villaverde, presidente de la Asociación de Jóvenes Empresarios de València (AJEV); Ricardo Miralles, secretario de la Confederación Empresarial Valenciana (CEV); Mercedes Sanz, directora d la Fundación MAPFRE; Vicente Guarch, director general territorial de MAPFRE y Cruz Sierra, director general de Contenidos de Prensa Ibérica-València.

JOSÉ MANUEL PASTOR

La situación de las pensiones, el sostenimiento del sistema universal que garantice el pago de prestaciones y el fomento de la cultura del ahorro y la prevención en España son cuestiones capitales para poder mantener el Estado de bienestar. Los economistas advierten de que la tasa de sustitución (porcentaje de pensión que cobras cuando te jubilas en relación con el último sueldo) sigue siendo una de las más altas de Europa, si bien mantener el sistema parece insostenible dadas las condiciones actuales. Habrá que analizar si se puede elevar la edad de jubilación con los problemas que eso genera para el mercado de trabajo, ampliar todavía más el período de cotización, crear nuevos impuestos para financiar las prestaciones o fomentar la contratación de planes privados. En fin, son cuestiones que siguen en el aire. Eso requiere consensos políticos y amplitud de miras para vigilar de cerca el llamado Índice de Revalorización de las Pensiones (IRP), que determina lo que deben subir o bajar las pensiones en función los ingresos que logra la Seguridad Social. Por otro lado, me gustaría destacar que además del sistema actual de pensiones en España existen otros modelos en Europa; como las cuentas nocionales, que funciona en Suecia, entre otros. Se crea una cuenta a cada trabajador la primera vez que se incorpora al mercado laboral y ahí va sumando sus cotizaciones a la Seguridad Social hasta que se jubila. Otras soluciones son préstamos inversos en el ámbito de la vivienda. Bueno, son algunos planteamientos que podrían tenerse en cuenta.

MERCEDES SANZ

Informes recientes de la Fundación MAPFRE aseguran que alrededor de un 40 % de la población ya piensa que no va a cobrar pensión pública cuando llegue a su edad de jubilación. La base poblacional ha evolucionado mucho en estos últimos años hasta definir un esquema demográfico donde cada vez aumenta más la gente en edades avanzadas. Por tanto, hace falta otro «brazo armado», como son los sistemas privados de ahorro, que complementen las pensiones públicas. Resulta necesario conseguir más transparencia y que el Gobierno facilite más información. También las empresas deben hacerlo. En mi opinión, urge la colaboración público-privada. También me llama la atención que el 43 % de los ciudadanos dice que quiere ahorrar. Los jóvenes también, pero si se lo permite el salario. La encuesta de la Fundación MAPFRE de 2016 revelaba que un un 31,4 % de los jóvenes estaba dispuesto a destinar un 5 % de su salario al ahorro, mientras que un 24 % se mostraba dispuesto a destinar un 3 %. La colaboración público-privada es importante, como también la colaboración entre las empresas y los trabajadores.

VICENTE GUARCH

No hay más que observar la evolución de cotizantes en el mercado de trabajo y las clases pasivas para darse cuenta de la necesidad de estudiar planes para sostener el sistema. ¿Serán vía impuestos? ¿A través de las aportaciones de las empresas y los trabajadores durante su vida laboral? Además, sería deseable una mayor transparencia en la información y que se facilitara a todos los contribuyentes qué pensión futura puede cobrar cuando se retire del mercado laboral.

RICARDO MIRALLES

La tasa de sustitución en España se aproxima al 80 % y es de las más «generosas» de Europa. Con todo, de aquí al año 2025 la pirámide poblacional estará más invertida y nos encontraremos con muchos problemas para sostener el sistema con los métodos actuales de aportaciones. ¿Por qué no puede sostenerse vía impuestos? Pienso que hay que avanzar en ese terreno, aunque sin descuidar un factor muy importante como es la mejora de la productividad de las empresas para así aumentar rentabilidad y, por tanto, contribución al sistema. Si hay menos jóvenes también la educación requerirá menos recursos en un futuro, con lo que parte de esa financiación podría destinarse a pensiones. Sea como fuere, hace falta voluntad política, colaboración público-privada, mejor trato fiscal a los planes de pensiones, así como impulsar programas de ahorro pactados entre empresas y trabajadores.

FCO. RAMÓN LACOMBA

El legislador, en este caso la Unión Europa y el propio Estado español, han hablado y tenemos (la ley que entró en vigor en 2013) normas que son la referencia. Es lo que hay. El sistema público de pensiones está reconocido por la Comisión Europea, si bien el modelo de empresas y las relaciones laborales han cambiado mucho durante las últimas décadas. Ahora hay más pymes y la robotización se está implantando en las compañías. Por otro lado, la estabilidad laboral no está garantizada y existen tensiones en el ciclo económico. Eso llevará a proteger menos, pues el sistema ingresa menos, aumenta la edad de jubilación y los años cotizados para calcular la pensión. Sin duda, son criterios que alteran el factor de sostenibilidad. Además, las retribuciones en especie, por ejemplo las aportaciones a planes de pensiones, podrían ser una solución más para contribuir al sistema. ¿Quién va a tener cotizados 38 años y medio al llegar a la edad de jubilación tal como indica la reforma de las pensiones? Es hora de tomar cartas en el asunto y que se busques planes complementarios para poder mantener el poder adquisitivo.

ISMAEL SÁEZ

El Estado creó el llamado Fondo de Reserva de la Seguridad Social -la llamada hucha de las pensiones- que hasta hace poco tiempo contaba con 60.000 millones de euros. Ahora se han esfumado. Hablar del futuro de las pensiones puede convertirse en un problema de reparto, aunque en mi opinión es más un problema de reparto de la riqueza, de solidaridad y de salarios dignos para los jóvenes, quienes no pueden ahorrar. Está claro que vivimos más años pero existen otras alternativas para la sostenibilidad. Tenemos una economía abierta y si hace falta que se incorporen jóvenes al mercado de trabajo para que coticen porque nacen pocos hijos los cotizantes pueden venir de otros países. Abogo por financiar algunas pensiones a través de los impuestos. Respecto a los jóvenes pienso que si se les ofrece seguridad laboral sí aceptan ese ahorro. Respecto a los pagos en especie (aportaciones a planes de pensiones) creo que eso puede funcionar en las grandes compañías aunque la realidad es que estamos en un tejido empresarial formado por pymes. Además, hay que compaginar el ahorro con el gasto si queremos que repunte el consumo y se genere más riqueza y puestos de trabajo.

JOSÉ VICENTE VILLAVERDE

Los jóvenes somos los más afectados por las incertidumbres que generan las pensiones del futuro. No tenemos capacidad de ahorro porque los salarios son muy bajos así como las bases de cotización de los autónomos. En ocasiones, la capacidad de ahorro es nula. Además, llama la atención la falta de educación financiera en las edades más tempranas de los trabajadores, lo que no ocurre en otros países. Es necesario planificar desde pronto. Por otro lado, también pienso que debería reducirse el gasto público. Es una asignatura pendiente de las administraciones públicas. De este modo podrían destinarse más recursos al sistema de pensiones.