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El campo valenciano

El sector vitivinícola busca cavas y menos vinos a granel

Los expertos vitivinícolas abogan por avanzar en el proceso de modernización y reestructuración productiva y comercial de la C. Valenciana para mejorar su rentabilidad

El sector vitivinícola busca cavas y menos vinos a granel

Llega la Navidad y el consumo de cava se dispara en España y en mercados internacionales porque los espumosos de Italia o el champagne francés también están de moda en medio mundo, sobre todo en economías emergentes. Y eso tira del mercado. Sin embargo, el resto de caldos se estancan o apenas crecen en los hogares españoles. En vísperas de que el Ministerio de Agricultura apruebe el nuevo decreto para regular la producción de viñedos para elaborar cava y mientras el Consejo Regulador de la DO del Cava -controlado por los productores catalanes- presiona para vetar nuevas plantaciones y reconversiones de viñedo en la Comunitat Valenciana, ponentes y expertos del sector han coincidido esta semana en la capital del Túria para analizar la situación del sector y cómo mejorar los precios y la posición competitiva de los vinos valencianos.

En su informe Posición del vino español y valenciano en los mercados nacionales e internacionales, Rafael del Rey, director general de la Fundación Observatorio Español del Mercado del Vino, aseguró que los mercados internacionales tienden hacia el equilibrio, la bipolarización entre vinos tranquilos y espumosos, así como la deslocalización del consumo desde la vieja Europa y países productores hacia Norteamérica y Asia. Los investigadores abogan por establecer planes estratégicos que marquen las líneas de futuro, según reconocieron en la jornada organizada por la Fundación IVIFA y la Asociación Española de Economía Agraria (AEEA); patrocinada por el Grupo Cooperativo Cajamar y en la que colaboraron La Unió de Llauradors y la Universitat Politècnica de València.

Vinos más baratos que en España

El diagnóstico realizado sobre la estructura vitivinícola de la Comunitat Valenciana no deja lugar a dudas. La autonomía representa el 6,16 % de la superficie estatal de viñedo, el 5,8 % de la producción de vino, el 11,4 % de las exportaciones en volumen y el 7,8 % en valor. Esto significa que la uva y el vino tienen un elevado peso en la economía, la sociedad y el paisaje de la autonomía, sobre todo en algunas zonas muy especializadas.

Sin embargo, el precio medio del vino, tal como advierte el técnico de la Unió de Llauradors Ferran Gregori, resulta bastante más bajo que la media del Estado español. Eso tiene que ver con elevado peso de los graneles y productos como el mosto, que repercuten negativamente en los precios de la uva percibidos por los agricultores e incluso por las bodegas y cooperativas en la exportación.

El granel y el mosto representan en la Comunitat Valenciana el 22,8 % del total de la producción, mientras que sólo es del 8,8 % en el resto de España. En este sentido, según los datos hasta junio de este año, el precio medio de las exportaciones valencianas era de 0,79 euros/litro, lo que contrasta con el del resto de España (1,13 euros/litro). De hecho, el valor de las exportaciones de caldos de la Comunitat Valenciana continúa subiendo de forma estable desde 2009, si bien pierden cuota respecto al resto de autonomías, con un volumen más irregular y un precio medio más bajo que la media española.

Proceso de modernización

Raúl Compés, de la Universitat Politècnica de València y del Grupo de Economía Internacional y Desarrollo, considera que desde los años noventa el sector vitivinícola valenciano «está inmerso en un profundo proceso de modernización y reestructuración productiva y comercial, que ha permitido el surgimiento y la consolidación de empresas rentables y sostenibles». Sin embargo, advierte de que es necesario saber qué hacer «para impulsar ese proceso y si es necesario un plan y una agenda estratégica para ayudar a las bodegas y los viticultores para que puedan desarrollar sus proyectos». También afirma que habría que promover la cooperación entre ellos para aumentar su valor territorial, social y económico, así como adaptarse a retos globales, como por ejemplo el cambio climático.

En parecidos términos, el secretario autonómico de la Conselleria de Agricultura, Francisco Rodríguez Mulero, coincide en este último análisis al resaltar que el vino valenciano precisa una estrategia clara en la producción y en la comercialización, y no tanto en la elaboración. También se incide en el «problema estructural» de los precios percibidos y la necesidad de colaborar el sector con las universidades para crear planes de acción de cara al futuro.

Sea como fuere, en el corto plazo, las cifras de ventas de cava valenciano son optimistas. Lo avala Emilio Expósito, presidente de la Asociación de Elaboradores de Cava de Requena, que integra a las ocho bodegas de la DO Cava. El empresario detalla que las previsiones de crecimiento anuales se sitúan entre el 10 y el 15 % por la mayor demanda en el mercado nacional, gracias a la recuperación económica, pero, sobre todo, por la positiva evolución de la exportación, que pasará de representar el 33 % del volumen total de negocio el año pasado al 40 % este año.

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