El llamado reglamento Ómnibus,plantea una serie de mejoras técnicas que deberemos adaptar como país y como comunidad autónoma para planificar y programar las políticas que en futuro queremos desarrollar. El nuevo reglamento contempla cambios en materia de pagos directos, desarrollo rural y organización común de mercados y entre otras cosas reconoce las particularidades de los pastos leñosos, que hasta ahora habían tenido dificultades para interpretar la legislación vigente, ya que con esta nueva definición se reconoce explícitamente que los pastos leñosos son elegibles para recibir ayudas de pago básico de la PAC.
Otra de las novedades más interesantes es que las Organizaciones de Productores (OP) pueden planificar la producción y negociar contratos de suministro en nombre de sus miembros , sin incumplir las reglas de la UE sobre Competencia y sin temor a ser sancionados, es decir la negociación colectiva se autoriza al conjunto de sectores, algo que la UPA aplaude, pero es un tema que puede ser muy beneficioso para el sector en su conjunto, pero hay que trabajarlo bien para que sea eficaz, es algo difícil pero no imposible.
También se mejoran las herramientas para protegerse contra la volatilidad del mercado y otros riesgo como las adversidades meteorológicas, plagas o enfermedades animales, a las que la CE podrá responder más rápidamente con medidas de apoyo excepcionales. Las cartas están sobre la mesa ahora hay que jugar, nosotros le decimos a la administración lo que mi padre me decía a mí: «Toma la azada y ponte a cavar». y así me dirijo a los partidos que sustentan a la Generalitat, aquí están las herramientas, para revertir parte de la mala situación, que padecemos los agricultores y ganaderos, con las manos llenas de cayos estamos dispuestos a coger la «Bellota» nº 2B para ponernos a trabajar. Por todos es conocido que partimos como farolillo rojo de cola en las ayudas directas de la UE, la media del conjunto de las explotaciones son las más bajas del Estado en percepción de ayudas directas, pero si encima le añadimos que en los dos últimos años hemos perdido más de 36.000 expedientes de lo que denominamos el primer pilar, con un montante en torno a 14 millones de euros, que cada año pierde la Comunitat.
Podemos estar pidiendo y reivindicando una financiación justa, que es correcto y nos hace falta, pero también tenemos la obligación de revertir esta situación y tenemos que recuperar de la Reserva Nacional los máximos derechos de pago básico perdidos que sea posible, para que nuestros agricultores y ganaderos puedan ser tan competitivos como los de otras autonomías. Desde UPA-PV le pedimos a los dirigentes de la conselleria un poquito de sensibilidad política para adaptarnos a los nuevos tiempos y desarrollemos una estrategia consensuada y conjunta con todo el sector para sentirnos más implicados y poder pagar un billete para subirnos al tren de la nueva PAC.
Secretario general de la Unión de pequeños agricultores (UPA-PV)
