Ya ha concluido 2017 y hemos dado la bienvenida a 2018. Es hora por tanto de hacer balance y sobre todo de ver lo que nos depara el nuevo año a los agricultores y ganaderos de la Comunitat Valenciana. El año que acaba de concluir es de nuevo decepcionante para el sector agrario, porque ante los problemas las reacciones son a veces inexistentes o muy lentas por parte de todos los gobernantes en materia agraria, sean del signo político que sean; en Bruselas, Madrid o València. Seguimos todavía con una falta de rentabilidad alarmante en nuestras explotaciones, sobre todo por los bajos precios que percibimos. La Ley de la Cadena Alimentaria no ha servido hasta la fecha y muchos agricultores y ganaderis se encuentran lejos de cubrir los costes de producción. Seguiremos denunciando, ante el Gobierno la Generalitat, todos los abusos que se cometan y que perjudiquen al eslabón más débil de todo el engranaje que sigue siendo el productor.
Los problemas políticos de la UE se ven reflejados en nuestro sector agrario, siempre utilizado como moneda de cambio. Padecemos el veto ruso, nos venden como positivos acuerdos comerciales con terceros países que claramente nos perjudican porque no nos dejan competir en igualdad de condiciones. Somos ciudadanos europeos de tercera categoría.
En el tema de los presupuestos no se conciencia ninguna Administración del papel que realizamos y de la importancia de mantener un tejido productivo profesional. Cierto es que sufrimos una financiación injusta sobre la que desde la Unió no dejaremos de reivindicar para que se corrija, pero también echamos en falta mayor sensibilidad e imaginación. Aunque parezca una tontería en un artículo como éste pedimos que llueva. Las cuestiones del agua deben trascender de las guerras políticas y centrarse en los aspectos puramente técnicos para que el agua se reparta de forma solidaria y justa.
Reclamamos que se inicie el proceso de elecciones al campo valenciano con objeto de que se mida la representatividad para la interlocución y el diálogo de las políticas agrarias. Pedimos que se consensuen las leyes y reflejen la actualidad agraria, que se potencien los seguros agrarios como instrumento de compensación de rentas, que se intensifique la vigilancia para evitar robos y otras muchas cosas que no cabrían en estas líneas. La Unió seguirá proponiendo y colaborando, como siempre lo ha hecho, para defender los intereses de los agricultores y ganaderos de nuestro territorio, para reclamar la dignidad de un oficio que cumple con un papel fundamental en la sociedad. Y lo hará mediante el sentido común y el respeto que ha llevado a gala desde hace más de 40 años, con humildad y con su firme independencia de todos los poderes políticos. Alguien durante estos días, en lugar de sumar y construir, trata de aplastar y de ver enemigos de viaje a quienes no lo son. Feliz 2018 lleno de buenas cosechas y campañas mejor remuneradas.
