Los superalimentos llegan para quedarse. Las estanterías de las grandes cadenas de distribución, tanto supermercados como hipermercados, que venden entre 8.000 y 12.000 referencias, ya cuentan con algo más de un centenar de los citados productos que antes sólo encontrábamos en los herbolarios. Si primero fue el cacao, las semillas de chía, la quinoa, los frutos rojos o el polen de abeja vendido en pequeñas cantidades, las principales empresas españolas indican que los alimentos «ocupan cada vez más volumen en la cesta de la compra de los consumidores durante estos últimos años». Son esos alimentos tan buenos para la salud, tan ricos en nutrientes como vitaminas, minerales y antioxidantes; y que contienen tantas propiedades curativas extraordinarias...
Cuenta Aurelio del Pino, director general y presidente de la asociación de cadenas de supermercados ACES, que aglutina a firmas como Carrefour Express, Eroski, Sabeco-Simply, Supercor y LIDL, que «las empresas van a estar siempre atentas a lo que pida el consumidor. La distribución quiere dar respuesta tanto con productos de marcas propias como de otras enseñas de la industria alimentaria. Por eso habrá que dar buenas pautas de consumo alimentario y que estén presentes todos los patrones de acuerdo con una dieta alimentaria equilibrada, en la que estarán presentes los llamados superalimentos». Según del Pino, «el crecimiento durante 2017 ha sido muy importante, si bien hay que tener en cuenta que parten de volúmenes todavía muy bajos».
Adaptarse a tendencias del mercado
Según algunos estudios de mercado manejados por el negocio de la distribución, casi el 90 % de los consumidores piensa que la alimentación resulta clave para prevenir enfermedades. Se reducen los azúcares y la grasas y en esa tendencia toma la delantera la industria alimentaria. De este modo, la preocupación por la salud y la calidad de vida es buena y los supermercados proporcionan lo que pide el consumidor, responden a las tendencias de un consumidor que maneja ahora mucha información a través de los medios de comunicación, de portales de internet o de las redes sociales. Eso hace, por ejemplo, que productos como el brócoli o los frutos rojos tengan una clara tendencia al alza.
En busca de innovación
En opinión de Jaime Martín, director y socio fundador de Lantern, consultora de innovación, «en la cesta de la compra aumentará el número de superalimentos durante los próximos años. El comercio sigue haciendo caja y la implantación de esos productos en las redes comerciales españolas crece porque es una clara apuesta de las grandes marcas». Sea como fuere, Martín advierte de que no deben confundirse los superalimentos con la «alimentación de precisión, que sí previene de manera científica posibles enfermedades cardiovasculares, colesterol, hipertensión arterial o diabetes. Mientras tanto, los superalimentos se asocian más a una moda en la que el consumidor puede estar perdido porque en muchas ocasiones se basa en el marketing y procede, entre otras, de cultura milenarias como la de China, donde tienen identificadas miles de plantas para curar dolencias y mejorar la salud», puntualiza Martín.
El crecimiento del consumo de superalimentos se produce estrechamente vinculados al llamado movimiento veggie. Según el informe The Green Revolution, elaborado por Lantern, la dieta exclusivamente vegetal está creciendo en España. Y es que, según los resultados, el 7,8 % de la población residente en España mayor de 18 años es veggie, incluye algún producto derivado animal (vegetariano) o añade esporádicamente proteína animal a su dieta (flexitariano). De ellos, dos tercios son mujeres y el 51,2 % reside en ciudades con más de 100.000 habitantes, explica el informe de esta consultora de innovación.
Otras causas que explican el desarollo de estos hay que buscarlos en la importación de modas de otros países, sobre todo de Estados Unidos. En ese sentido, la distribución indica de que la regulación europea es muy exigente porque incluye garantías y seguridad en el etiquetado y sobre las propiedades de cada alimento que sale al mercado. De este modo lo vigila la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA).
Seguridad alimentaria
Pedro Reig, director de la Asociación de Supermercados de la Comunitat Valenciana (Asucova), que representa a enseñas de alimentación como Mercadona, Consum y MasyMas-Fornés, considera que los nuevos hábitos de compra repercuten en la mayor presencia de superalimentos en la oferta de todos los establecimientos de las citadas cadenas. «Las novedades se están vendiendo bien si son buenos. Su demanda por parte de los consumidores -sostiene Pedro Reig- aumentan y ha pasado de una oferta limitada de unos quince productos, a más de cien en tan sólo dos años».
El dirigente de Asucova reconoce que los supermercados «seguirán apostando por esas frutas, hortalizas o cereales, entre otros etiquetados como superalimentos, porque los clientes así lo demandan». Las firmas del sector, dependiendo del operador, prevén crecer durante 2018. El dirigente de Asucova apunta que los «criterios de seguridad alimentaria, calidad y precio resultan claves a la hora de apostar por este tipo de alimentos y seleccionarlos entre sus miles de referencias». Reig destaca que la industria alimentaria «recorre nuevos caminos para satisfacer la demanda y atender nuevos hábitos de compra. Siempre que sea posible habrá que buscar proveedores de proximidad y que puedan suministrar esos productos», concluye.
Más espacios en las tiendas
Fruto de esa creciente demanda, también las cadenas líderes en el canal de hipermercados como Alcampo, Carrefour o El Corte Inglés dedican espacios exclusivos en sus tiendas. Fuentes de esta última firma destacan que el crecimiento de los superalimentos es «imparable» y ya tiene «crecimientos de dos dígitos» cada año. La reciente puesta en marcha de La biosfera, un espacio único de 150 metros cuadrados diferenciado dentro de el supermercado de avenida de Francia de València y que se «exportará» por toda España. Allí alberga 1.500 productos ecológicos certificados, obtenidos mediante procesos de producción controlada y sostenibles con el medio ambiente. «El Corte Inglés quiere fomentar hábitos de alimentación saludables y apostar por la innovación», aseguran estas mistas fuentes.
Este nuevo espacio ofrece al cliente una gran variedad de alimentos bio, ecológicos y orgánicos que van, desde los productos básicos de la compra diaria como frutas y verduras, huevos, aceites, leche y conservas, hasta los productos más novedosos como la quinoa y otras semillas como la chía.
