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Riesgo Pyme

Riesgo Pyme

En las últimas semanas se ha podido leer en prensa mucho sobre las implicaciones que tendrá la directiva MiFID (Directiva sobre Mercados de Instrumentos Financieros) en los servicios de asesoramiento y comercialización a inversores. Pero, al calor de la crisis financiera, también se han aprobado medidas que buscan fomentar e impulsar la financiación de pequeñas y medianas empresas a través de financiación bancaria y el desarrollo de otros medios alternativos. Hay que destacar que la gran mayoría de pymes obtienen su financiación a través de crédito bancario, muy lejos de lo que ocurre en otras economías avanzadas.

Una de las medidas, puesta en marcha desde 2015, se instrumenta a través del documento Información Financiera-PYME, en el que siguiendo una metodología específica del Banco de España se evalúa la calidad crediticia y se otorga una calificación del riesgo a estas empresas. Este informe financiero será objeto de una jornada que se llevará a cabo en la Fundación de Estudios Bursátiles y Financieros en los primeros días de febrero.

Los responsables financieros de las pymes están acostumbrados a facilitar a sus entidades financieras toda la documentación económica-financiera así como las liquidaciones fiscales (IVA, IRPF, Impuesto de sociedades€) para poder obtener financiación bancaria, tanto en el corto como en el largo plazo (pólizas de crédito, líneas de descuento, confirming, préstamos, leasing€). Tras el análisis de dichos datos se proponían las diferentes vías que el banco ponía a disposición del cliente.

Ahora, con la circular elaborada por el Banco de España, se establecen los variables a considerar y los criterios que servirán para dar la calificación crediticia, es decir: situación financiera del acreditado, variables cualitativas y variables conductuales. Esta calificación deberá corresponder con uno de los niveles establecidos: «bajo», «medio-bajo», «medio-alto» o «no disponible».

Con la evaluación de la situación financiera, la entidad clasificará a la empresa dentro de una de las cinco categorías posibles: muy buena, buena, regular, débil o no disponible. Será la entidad financiera la que establezca la relación entre los ratios de análisis utilizados y la calificación otorgada en base a su experiencia histórica, modelo de gestión y del seguimiento que realice.

Por su parte, con las variables cualitativas se trata de evaluar el negocio de la empresa, la antigüedad como cliente, el sector económico en el que opera así como cualquier hecho que pueda afectar a su capacidad de pago. De este modo, la entidad otorgará una calificación positiva, neutra o negativa. Por último, también se deberá estudiar el comportamiento del cliente en las relaciones contractuales en las que haya participado.

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