Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La entrevista | Pilar González de Frutos

"El ahorro es factible; las familias lo hicieron en lo peor de la crisis"

La presidenta de Unespa insta a los ciudadanos a optar por las rentas vitalicias para complementar unas pensiones que bajarán, para quienes se jubilen hoy, 350 euros de media al mes por las reformas de 2011 y 2013.

"El ahorro es factible; las familias lo hicieron en lo peor de la crisis"

Un informe elaborado por Analistas Financieros Internacionales (AFI) y encargado por la Asociación Empresarial del Seguro deja constancia de los efectos negativos que las reformas de las pensiones de 2011 y 2013 van a tener sobre el poder adquisitivo de quienes se jubilen ahora. Una media de 350 euros menos al mes. El documento presentado el jueves en la sede de Unespa, la patronal española del seguro, aboga por compensar esa pérdida contratando rentas vitalicias a partir de patrimonio personal como inmuebles o acciones.

P Dígame un par de argumentos para que el lector no piense que este es un nuevo informe de parte alertando sobre una hecatombe en las pensiones para que la clientela compre productos financieros o de seguros, en este caso, las rentas vitalicias.

R No se trata de una alerta ni de meter el miedo en el cuerpo a nadie. Tampoco aventuramos una hecatombe. Lo que sí hemos hecho es calcular cuál es el efecto que la legislación actual va a tener sobre el nivel de las pensiones de quienes se jubilan ahora. Es un efecto derivado de la relación entre la etapa de vida laboral y la de vida de jubilado, que ha cambiado mucho gracias a que tenemos una de las esperanzas de vida más largas del planeta. Vamos a vivir muchos más años jubilados de lo que lo hacían en 1900, cuando se establecen los sistemas de previsión, que preveían un horizonte vital de 65 años. Eso tiene un impacto en nuestro sistema de pensiones que nosotros hemos medido, nada más. Lo que sí decimos es que, si uno se jubila hoy y quiere mantener durante el resto de su vida el mismo nivel de pensión que el primer día que la cobra, tiene que comprar un producto complementario y el único que es realmente complementario son las rentas vitalicias.

P ¿No hay un excesivo alarmismo con las pensiones?

R Con las reformas de 2011 y 2013, las cosas han cambiado, tanto como para que en 20 años vamos a perder una media de 350 euros al mes. Otra cosa es que de estos efectos no se ha trasladado una información suficientemente trasparente a los ciudadanos cuando se adoptaron estas reformas. No se concienció a los ciudadanos. Es un problema estructural y vinculado al puro envejecimiento. Y afecta a todos los países desarrollados.

P El presidente del Gobierno llama a los españoles a ahorrar. Pero ¿quién puede ahorrar con unos sueldos cada vez más menguantes?

R Hay un estudio, hecho por Fedea, sobre el comportamiento del ahorro de las familias españolas durante los años de la crisis. En los peores años, hicimos que nuestro ahorro creciera y eran momentos en que las rentas de la familias estaban siendo presionadas a la baja. El temor a perder el empleo, entre otros factores, fue un acicate para el ahorro. Las familias lo incrementaron en un 13 % entre 2007 y 2009. Por tanto, es factible el ahorro.

P La edad de jubilación se ha alargado para contribuir a la sostenibilidad del sistema. Vamos ya camino de los 67 años y hay quien aboga por alargarla aún más porque la longevidad es cada vez mayor. ¿Qué opina usted?

R Creo que para que un sistema sea sostenible tiene que tender a que cada cotizante ponga en el sistema una cantidad equivalente a lo que va a obtener del sistema. Una de las opciones para conseguir ese objetivo es prolongar la vida activa. Yo reclamaría total transparencia, que la Seguridad Social nos cuente qué pensión podemos esperar y con esa información en la mano que cada uno decida si se jubila o sigue trabajando. La incorporación de los mayores a la vida activa es un beneficio para todo el país, pero debe ser voluntaria.

P Esa medida, sin embargo, va en contra de las políticas que aplican las empresas, que se deshacen en cuanto pueden de los trabajadores más veteranos porque son los que tienen unos costes más elevados. ¿Qué hacer?

R El paradigma de una estancia única en una empresa durante toda la vida va a cambiar. Creo que habrá un nuevo modelo social y eso cambiará. Hay una tendencia a nuevos trabajos, nuevas profesiones y cambios muy sustanciales en las formas en que hemos venido trabajando. Cada vez se habla más de teleworking. Eso implicará una revisión de nuestro contrato social. Las pensiones ahora implican que el trabajador paga por un jubilado de hoy, no del futuro. La pensión propia la pagarán los trabajadores del futuro. Si el modelo cambia, tendremos que revisar cómo los jovenes van a cotizar para que nosotros cobremos. No pueden contribuir con más dinero que su propio salario. Eso implica revisar el modelo de contrato social. Ver cómo repartimos las cargas entre las generaciones actuales y las futuras.

P El informe concluye que quien se jubile hoy percibirá 350 euros menos al mes por las reformas de 2011 y 2013. ¿En qué situación estarán los que se jubilen dentro de 30 años?

R Si no hay cambios en la legislación, tendrán un efecto más acelerado. El citado cálculo es el impacto en 20 años y, cuanto más se proyecte en el tiempo, el impacto será mayor.

P ¿Qué otras alternativas hay a las rentas vitalicias como complemento de la pensión?

R Todos los productos de ahorro pueden valer, pero, a la hora de complementar la pensión, la mejor opción es la renta vitalicia. La opción perfecta es tener instrumentos de ahorro privado hasta la jubilación y luego contratar renta vitalicia. Hoy, en el IRPF, ya hay un tratamiento fiscal especialmente diseñado para las rentas vitalicias. Para un mayor de 65 años que venda una parte de su patrimonio, desde un piso a una licencia de un taxi o unas acciones en bolsa, y lo reinvierta en una renta vitalicia, la plusvalía queda exenta hasta 240.000 euros. Además, la tributación de la renta que se logra con el seguro de renta vitalicia es muy baja, solo el 8 % de lo que haya cobrado para alguien con al menos 70 años.

P ¿Qué le parece la opción de recurrir a los impuestos para cubrir el déficit en la Seguridad Social?

R El debate está en el pacto de Toledo y ahí deben alcanzar un acuerdo. Es una propuesta tan válida como otra. Hay tres vías: o aumentamos ingresos o reducimos prestaciones o ambas cosas a la vez.

P A diferencia de los bancos (singularmente, las cajas de ahorros), el sector asegurador español ha transitado la crisis sin grandes sobresaltos. ¿Por qué?

R Claramente, es mérito de los gestores de las compañías de seguros, que han sido muy prudentes en la gestión. El negocio asegurador es más de medio y largo plazo, pero la profesionalidad es la que ha permitido transitar por esos duros años sin sobresaltos.

Compartir el artículo

stats