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Dulcesol, de la magdalena a la hamburguesa

El imperio valenciano de la bollería acaba de aliarse con el gigante Burger King como proveedor y acelera con nuevos productos y marcas para crecer en el ámbito de la hostelería

Rafael Juan, durante la entrevista con EMV, el pasado martes. Ximo Ferri

El imperio de la bollería industrial española quiere ampliar sus dominios. No es que de un día para otro las ciudadanos vayan a dejar de tomar magdalenas, pero los nuevos hábitos de consumo donde gobierna la tendencia healthy y la madurez de un sector en el que poco más se puede crecer, ha llevado a la firma de Gandia Dulcesol a la búsqueda de nuevos horizontes. Internacionalización, diversificación, nuevos segmentos, nuevos mercados, nuevos clientes...

El químico industrial Rafael Juan (Villalonga, 1959) tiene clara la estrategia por la que va a discurrir el grupo Dulcesol en los próximos años. «En el mercado de bollería somos líderes. Pero no está creciendo, más bien al contrario. La crisis nos ha ido bien porque el consumo en el hogar se ha mantenido. Hoy se hace más consumo fuera del hogar y el food service y la restauración crecen», explica el consejero delegado de esta firma valenciana que factura 320 millones de euros al año.

De repente, la empresa de las magdalenas se ha colado en el universo de la restauración. Dulcesol ha acelerado su apuesta por el pan, en el que ya lleva 20 años (representa un 30% de las ventas, aproximadamente), y hace unos meses puso en marcha una nueva línea robotizada casi al 100% con una inversión de unos 20 millones.

La firma valenciana firmó en verano con la cadena americana de restaurantes de comida rápida Burger King, a la que abastece de los bollos para sus hamburguesas en el área valenciana. Dulcesol ya está peleando por ampliar su relación con este cliente y seducir a otros. La restauración asoma en el futuro de este sector. «Si queremos crecer tenemos que enfocarnos a donde está el consumidor. Es una tendencia que vemos en los centros de las ciudades, cada vez hay más establecimientos», añade.

La hostelería es la apuesta indisimulada de la empresa. Además de explorar la alianza con las cadenas de restauración, este grupo familiar, fundado en 1952, lanzó hace unos meses la firma Horno Hermanos Juan, especializada en el segmento de la pastelería y bollería congelada. Un tipo de producto para cafeterías, hoteles o incluso establecimientos que no disponen de un punto caliente y quieren presentar un producto fresco.

La diversificación de Dulcesol busca nuevos sectores pero también nuevos perfiles de consumidor en línea con las últimas tendencias del mercado. A ello responde la línea de cremas ecológicas (Naturcrem) con la que busca seducir al público más sensible a la alimentación sana. O la línea de alimentación infantil con materia prima bio. «Nosotros invertimos en lo que aporta confianza al consumidor», sostiene Juan, que acaba de anunciar que van a adelantar el compromiso de que todas sus gallinas -las que ponen los huevos con los que preparan su producto- vivan en libertad.

La nueva estrategia, de hecho, está motivando nuevas inversiones. Además de la nueva línea para pan, el grupo está desplegando una red de distribución de congelado en toda España. En estos momentos, están ultimando la construcción de una cámara de congelado con capacidad de unos mil palés en la fábrica de Villalonga. Estará en dos semanas.

Los retos de la firma van más allá del producto. Con 60.000 puntos de venta solo en España, la distribución es una obsesión. Junto a las últimas inversiones en logística, con centros en Camas (Sevilla), Bilbao, Canarias o uno nuevo que construyen en Alicante, el grupo ha incorporado a su estructura empresas distribuidoras de Asturias, Albacete-Cuenca, Burgos y Tarragona.

«Tenemos que estar en el comercio on line»

El control del envío es una de las preocupaciones del siglo XXI, sobre todo cuando asoman colosos en el horizonte. «Amazon aún es una hipótesis en España en cuanto a alimentación. Pero va a más y hay proyectos importantes para el mercado español. Es un espacio en el que tenemos que estar. Es una forma de llegar al consumidor con toda la gama de productos, algo que es difícil tener en un solo establecimiento», reflexiona Juan sobre el nuevo escenario on line. El consejero delegado cuenta poco, pero reconoce que la empresa está en plena reflexión sobre su modelo. «Estamos trabajando para atender esa necesidad. Es un canal que va a más y que no podemos ni debemos desaprovechar».

La última diversificación es la geográfica. Tras exprimir la marca blanca fabricando productos para decenas y decenas de cadenas en España, Francia, Italia o Portugal, la empresa quiere reforzar su presencia exterior con «vocación marquista». «La intención es internacionalizar la empresa, y eso supone tener estructuras fuera, de distribución o de producción», concluye Rafael Juan.

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