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Citricultores y apicultores buscan soluciones de futuro

La agricultura valenciana necesita más insectos polinizadores por el proceso de diversificación de cultivos hacia los caquis, almendros o aguacates; pero el sector citrícola reclama vigilancia y un mapa agronómico para no perjudicar a las mandarinas

Apicultores en una instalación de colmenas en La Ribera. vicent m. pastor

El campo valenciano necesita flexibilizar las condiciones del acuerdo de polinización cruzada (el llamado Decreto de la pinyolà). Con la diversificación de cultivos que se está produciendo en el campo de la Comunitat -hacia caquis, almendros o aguacates- cada vez se necesitan más insectos polinizadores. ¿Qué pasa entonces con las abejas? ¿Dónde deberían colocarse las colmenas de los apicultores ?

La cuestión no es sencilla porque pueden perjudicarse los intereses de los cítricos, pues algunas variedades de mandarinas son susceptibles de ser polinizadas por aquellos insectos y provocar la presencia de pequeñas semillas en su interior, lo que provoca el rechazo de muchos consumidores y una muy difícil salida a la venta en el mercado en fresco. Por eso, la conselleria de Agricultura negocia con el sector naranjero la elaboración de un mapa varietal que permita orientar las futuras ayudas para la reestructuración que tanto necesita el campo para mejorar su competitividad y apostar así por los productos con mayor futuro y más rentables. En el único plan de reconversión citrícola valenciano se excluyeron las ayudas a mandarinas híbridas polinizantes para no agravar el problema.

Mapa agronómico

Para avanzar en ese sentido y evitar obligar a los apicultores productores de miel de azahar a alejarse de las plantaciones de cítricos se necesita conocer la situación exacta de los híbridos en la Comunitat Valenciana. Hay que elaborar y conocer, por tanto, un mapa agronómico/varietal para poder anticiparse y poder evitar otras pinyolàs como las sufridas a comienzos de los 90. Las herramientas con las que cuenta la administración autonómica para conocer la ubicación de los híbridos no permiten conocer dónde están este tipo de mandarinas híbridas. ¿Por qué?

El Sistema de Información Geográfica Citrícola (SIG) data de 2005 y costó algo más de seis millones de euros pero la última actualización corresponde al 2011. Está absolutamente desfasado.

En la llamada Solicitud Única y el SIGPAC (sistema de geolocalización de parcelas para pedir las pocas ayudas de la PAC que se dan a los cítricos) no hay obligación de detallar las variedades.

Respecto a la información que maneja el seguro agrario de los cítricos hay que tener en cuenta que los datos que se dan para las diferentes variedades son bastaste erróneos, por lo que esta base de datos no es fiable pese a que se asegure más de la mitad de la producción citrícola valenciana.

Debate en el sector

A este respecto, el Comité de Gestión de Cítricos (CGC) -la patronal que agrupa a los grandes empresas exportadoras de España- y AVA-Asaja han venido defendiendo hasta ahora el Decreto de la pinyolà, porque considera que el impacto de la polinización cruzada en época de floración sobre los cítricos (esto es, la contaminación de los mandarinos por semillas y la depreciación que ello conlleva) es muy superior al valor de la producción apícola que se deriva de ubicar las colmenas en zonas citrícolas.

La administración autonómica que dirige Elena Cebrián ha convocado recientemente a los grandes propietarios de variedades citrícolas para abordar esta problemática. Allí estaban el Club de Variedades Vegetales Protegidas (gestor de la variedad más problemática Nadorcott), Eurosemillas (que explota la variedad híbrida sin semillas y que tampoco las genera en plantaciones vecinas como la Tango y Gold Nugget, con idénticas características), Asovav (ligada a AVA-Asaja que agrupa a productores de mandarinas protegidas Nadorcott y Orri), Anecoop, Cooperatives Agro-Alimentàries (que tiene también una importante producción entre sus cooperativistas socio de mandarinas híbridas), así como el Comité de Gestión de Cítricos (los exportadores privados, también con importantes producciones propias) y Citrus Génesis, la filial del grupo AMC (Antonio Muñoz) que promovió el desarrollo en España de la mandarina Orri (que no tiene semillas pero que sí es polinizante).

Pérdidas para los apicultores

La Unió de Llauradors aboga por la no publicación del acuerdo porque provoca pérdidas económicas directas a los apicultores al no producir una de las mieles más valoradas por los consumidores. Por otro lado, se provoca la mortandad de las abejas porque no tienen alimento después del invierno hasta que encuentran una floración

Al prohibir los asentamientos a los apicultores valencianos, pero también a los de otras autonomías, estos últimos ponen muchas trabas a los apicultores valencianos cuando van a sus respectiva regiones en la trashumancia. Además supone un aumento de los gastos de inversión para compra de medios de transporte de colmenas y desplazamientos. En caso que se publique exige compensación económica a los apicultores que no puedan poner ninguna colmena en las zonas citrícolas por las pérdidas económicas que ello le supone.

Viabilidad de los cultivos

Esta organización agraria señala que no se puede olvidar que la viabilidad del 70% de los principales cultivos depende de la polinización por insectos, fundamentalmente los frutos secos (almendros) y algunas producciones de frutas y hortalizas. A pesar de que la polinización es una actividad que pasa muy desapercibida, su función es vital para que se pueda alimentar la población.

La entidad que dirige Ramón Mampel conoce casos de apicultores valencianos que trasladan sus colmenas a Cataluña o Extremadura para polinizar almendros, melocotoneros y otros frutales y cobran por ello.

En el momento que los agricultores van a fumigar sus campos les avisan para retirarlas o bien las realizan de noche cuando las abejas no tienen actividad.

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