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Un estrella Michelín de la nutrición deportiva

La empresa IND ha roto con el molde tradicional de la nutrición deportiva basada en batidos de proteínas y alimentos insípidos para ofrecer a los deportistas una experiencia completa como en los restaurantes de los grandes chefs. Los fundadores han trabajado con el cocinero Paco Roncero y triatletas que llevan su cuerpo al límite como Josef Ajram.

Carlos Laserna (izq.) y Javi Guerrero con los botes de alimentos que tienen en la cocina de IND. germán caballero

Los valencianos Carlos Laserna y Javi Guerrero han montado un centro de nutrición para mejorar el rendimiento de los deportistas populares y profesionales que está inspirado en el Gatorade Sports Science Institute de Estados Unidos. El equipo de nutricionistas del centro (que está en la calle San Vicente de València) ayuda a los atletas a optimizar su rendimiento deportivo a través de la nutrición. Los especialistas estudian los efectos de la alimentación en el cuerpo del cliente antes, durante y después del ejercicio para ayudarle a conseguir sus retos.

Laserna y Guerrero, que son amigos desde la infancia, decidieron emprender la aventura empresarial de IND (Insitituto de Nutrición Deportiva) tras asesorar al trader y deportista de retos extremos Josef Ajram en su objetivo de hacer siete iromans en siete días en las Islas Canarias en 2012. Ajram no consiguió acabar los siete iromans (una prueba que consistía en nadar cada día 3,8 kilómetros, pedalear 180 kilómetros y correr una maratón), pero los dos socios valencianos adquirieron experiencia, obtuvieron notoriedad y comenzaron a asesorar a deportistas en centros deportivos.

Hace tres años consiguieron un local que era un garaje y personalmente lo transformaron en el centro que ahora gestionan en la calle San Vicente. «Entonces no teníamos dinero y decidimos acometer nosotros mismos las obras. Metimos 150.000 tornillos, dos kilómetros de cable y 600 metros cuadrados de pladur para transformar el local, que tiene 350 metros cuadrados», explica Javi Navarro. El centro está dividido en despachos donde los deportistas reciben atención personalizada, una cocina para que aprendan a preparar los alimentos y un laboratorio de ideas. «El objetivo era hacer un local que fuera como un restaurante de estrella Michelín, pero de la nutrición deportiva. Hasta ahora este tipo de centros son como una clínica con despachos. Nosotros hemos querido ir más lejos», añade Javi Guerrero. Carlos Laserna incide en que el centro «tiene mucha parte de formación. Queremos que la gente entienda cómo funciona su cuerpo. Aquí explicamos que el cuerpo es como una máquina y todo lo que se ingiere influye en el rendimiento».

Los responsables de IND precisan que sus clientes son personas que se marcan retos como bajar un determinado tiempo en maratón y buscan ayuda nutricional. «Cada vez hay más personas que hacen deporte como profesionales. Son personas que no viven del deporte, pero que le echan muchas horas», asegura Laserna. Los deportistas (amateurs y profesionales) que más control llevan sobre lo que comen son los ciclistas y los triatletas. «Son deportes que requieren un gran desgaste físico. Sin embargo, solo un 2 % de nuestros clientes son futbolistas», apuntan los dos socios. Guerrero hace un inciso para advertir de que a pesar de esa es la tendencia general, este año los jugadores del Valencia se cuidan más que nunca porque el equipo de nutricionistas de Marcelino «es muy bueno».

Carlos Laserna y Javi Guerrero subrayaran que cuando montaron la empresa quisieron darle un giro a la alimentación deportiva. «Nos dimos cuenta de que la nutrición deportiva estaba muy vinculada a los batidos de proteínas y a las dietas muy sacrificadas. Sin embargo, nosotros creemos que esto es cuestión de contar números (las calorías). Puedes comer pizza si entran los números. La clave es ver el plato y qué te aporta», destaca Guerrero.

IND se inspira en la cocina de chefs mediáticos como Paco Roncero o David Muñoz. Con Paco Roncero trabajaron en el proyecto SportChef, que era un blog de recetas sanas pensadas desde la alta cocina y la nutrición deportiva. El objetivo era demostrar que la alimentación de un deportista no era atún con arroz, lechuga con pechuga y batidos con proteínas. Las recetas de Roncero eran «muy fáciles de hacer».

La empresa valenciana tiene una cartera de 2.300 clientes y 400 de ellos acuden mensualmente al centro. Los dos socios han recibido ofertas para abrir en Madrid y hacer franquicias, pero de momento no se lo plantean. Factura 200.000 euros.

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