Dos de cada tres inmuebles de la Comunitat Valenciana se compran al contado, según revela la estadística del Colegio Notarial de València de 2017. El año pasado se vendieron 101.585 inmuebles en las tres provincias y se constituyeron 33.554 hipotecas. Las claves son que una parte importante de los pisos están siendo adquiridos por inversores a precios muy bajos (entre 50.000 y 100.000 euros) y que una de cada tres transacciones la acomete un comprador extranjero. Esta tendencia se agudizó durante la crisis por el recorte de créditos de los bancos y los expertos coinciden en que remitirá en cuanto se normalice la concesión de hipotecas.
La provincia de Alicante es la que mayor porcentaje de ventas al contado concentra. El año pasado se vendieron 47.451 viviendas y solo se constituyeron 13.007 hipotecas. El dato coincide con que la mitad de las transacciones son ejecutadas por extranjeros. Francisco Cantos Viñals, decano del Colegio Notarial de Valencia (que tiene ámbito autonómico), destacó que algunos extranjeros pagan al contado porque solicitan los créditos hipotecarios para comprar la vivienda (que suele ser su segunda residencia) en sus países de origen. Otros inmigrantes, sobre todo las capas populares británicas, capitalizan su pensión y adquieren viviendas en el sur de la provincia de Alicante.
El decano de los notarios aseguró que muchos españoles también están comprando en efectivo. «Son personas de 45 años en adelante que han conseguido ahorrar durante la crisis y que ahora apuestan por invertir en vivienda por la rentabilidad que ofrece», destacó. Cantos advirtió de que está situación está provocando un recalentamiento de los precios. «En València no es tan evidente, pero se puede ver con claridad en Madrid, Barcelona, Bilbao o Mallorca», señaló.
El presidente de los agentes de la propiedad inmobiliaria (API) de Valencia, Alfredo Cano, confirmó que los inversores están aflorando ahora. «Durante años ha habido una demanda embalsada que está comenzando a salir. La gente con dinero no se atrevía a dar el paso y se han lanzado ahora que los precios han empezado a subir. Estas compras se están haciendo al contado». Cano precisó que los inversores apuestan por viviendas en la ciudad de València que cuestan «entre 50.000 y 100.000 euros».
