Un reciente estudio de comportamiento estratégico de nuevas empresas concluye que a la hora de plantear su desarrollo, especialmente en sectores muy dinámicos como los asociados a mercados emergentes y TIC, tienen mayores tasas de crecimiento las empresas que usan un mayor repertorio estratégico y profundizan en múltiples acciones competitivas frente a modelos de simplicidad estratégica.

Las nuevas empresas cada día se enfrentan a mayores retos y desafíos, por lo que se ven avocadas a definir y desarrollar un reportorio de estrategias cada vez más variado y amplio que apalanque su crecimiento y redunde en su sostenibilidad.

Por ello, los autores Larrañeta B., Zahra S. y Galán González J.L., realizaron un amplio estudio que consistió en revisar el repertorio estratégico de 140 empresas españolas (con una antigüedad de ocho años o menos) y ver cómo la posible variedad estratégica da lugar a ventajas o desventajas vinculadas al aumento del resultado y el crecimiento de las empresas. Es decir, ¿es mejor que las nuevas empresas utilicen una amplia gama de diferentes acciones competitivas (variedad estratégica) para posicionarse y lograr el crecimiento, o es mejor para ellos usar menos acciones y similares (simplicidad estratégica)?

Para esto, es importante tener en cuenta el concepto de la miopía estratégica que me impide percibir los cambios estratégicos que se producen en mi entorno competitivo y no me hacen consciente de la necesidad de cambiar o pivotar el modelo de negocio. La miopía así es un obstáculo para lograr el éxito a largo plazo al limitar la variedad de estrategias ante la necesidad de cambiar los modelos de negocio.

El desarrollar estrategias a partir de repertorios más simples que variados puede dar lugar a alcanzar objetivos más en el corto que en largo plazo, lo que podría reforzar una posible miopía por parte de los directivos en donde se pretenda continuar ejecutando estrategias a partir de repertorios simples, originado posibles inconvenientes para la sostenibilidad y éxito de la empresa al no contemplar un mayor repertorio estratégico.

Además, esa incertidumbre y complejidad de los sectores más dinámicos es también la dimensión que crea la necesidad de variedad como medio de enfrentar los desafíos que exige el entorno y así mismo impulsar actitudes emprendedoras por parte de sus directivos. Estas empresas se benefician al aumentar la variedad de acciones competitivas para aumentar el crecimiento de las ventas.

Por ello, las empresas obtienen beneficios diferenciales cuando el reportorio estratégico es variado y está alineado con los recursos, motivaciones y las condiciones exigentes de la industria. De ahí que poder acercar las empresas tradicionales y consolidadas a nuevas empresas mediante procesos de diversificación corporativa, open innovation o inversiones en startups puede aumentar su repertorio estratégico y desarrollar nuevo talento con sus equipos al entrar en nuevos entornos competitivos.