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La banca digital jubila a las libretas de ahorro

Siguen siendo uno de los documentos esenciales en la vida de algunas personas, sobre todo de cierta edad, pero las nuevas tecnologías las van a jubilar

La banca digital jubila a las libretas de ahorro

El paso del tiempo es una máquina de destrucción. No solo de certezas aparentemente inmutables. De ideas. De estilos. De modas. También lo sólido se desvanece. Y las costumbres, claro. Todo menos el dinero y la codicia de los hombres por poseerlo, tan viejos. Durante décadas, el documento más importante que tenía una familia española, más que el DNI, fue, sin duda, la libreta de ahorros. La cartilla, que ya solo dicen unos pocos. Y no parece que por mucho tiempo, porque la revolución tecnológica, es decir, la progresiva e imparable extensión de la banca digital, no es que suponga una amenaza, es que es una auténtica condena a muerte. Es hora de la jubilación. Las entidades financieras, inmersas en una reconversión irreversible, hace tiempo que ya no alientan su uso. Al contrario.

La libreta de ahorros es una herramienta que fue popularizada por las cajas de ahorros y que ayudó a que sus clientes pudieran observar de una manera clara y sencilla la evolución de su ahorro. Durante mucho tiempo fueron la única forma que disponían los clientes para consultar sus movimientos bancarios. Allí quedaban registradas todas y cada una de las entradas y salidas de dinero. Asimismo, eran fedatarias del patrimonio pecuniario de personas físicas y jurídicas, de ahí que fueran -sean- utilizadas por los clientes también como prueba testimonial del cobro y pago de recibos, ante la posible pérdida de facturas, y, sobre todo, de la «fortuna» individual. Seguramente por esto último, tantas personas de cierta edad y menos avezadas al uso de las nuevas tecnologías se aferran a la libreta de ahorros como si les fuera la vida en ello.

Los datos de las tres grandes entidades financieras españolas con sede en la Comunitat Valenciana dan fe del imparable declive de estos documentos. Bankia, cofundada por Bancaja, corrobora esa tendencia al asegurar que «es un soporte de uso decreciente. Esto es debido, fundamentalmente, al abanico de posibilidades que le ofrecen los otros canales, como ordenador, la tablet o el smartphone, que facilitan consultar y operar sin desplazamientos las 24 horas del día, realizar pagos inmediatos, bien mediante transferencia o servicios de pago de móvil a móvil)», además de los 6.000 cajeros que tiene la entidad.

Un 7 % menos en un año

En el banco explican que el lanzamiento de productos digitales exentos de comisiones también contribuye a esta dinámica. En conjunto, el número de clientes de Bankia que utiliza la libreta de ahorros en la Comunitat Valenciana se redujo un 7 % a cierre del pasado mes de marzo respecto a idéntico período de 2017. Una de las operaciones más habituales en el uso de este documento, su actualización para constatar los últimos movimientos, se han reducido en un año en un 10 %. El banco presidido por José Ignacio Goirigolzarri afirma que la edad media del usuario de libretas se sitúa a nivel nacional, pero extrapolable a la Comunitat Valenciana, en 59 años. Y subiendo.

En el Banco Sabadell, apenas son ya un 20 % los clientes que utilizan estos documentos financieros en su Territorial Este, que engloba a la Comunitat Valenciana, Murcia y Baleares y donde la entidad con sede social en Alicante tiene una clientela compuesta por 1,8 millones de personas. En junio de 2016 era el 20,08 % del total, mientras que en marzo pasado ese porcentaje se había reducido al 19,22 %. Eso sí,un año antes era del 19,08 %. Paralelamente, el banco ha incrementado de forma significativa el número de usuarios plenamente digitalizados. Entre marzo de 2016 y marzo de 2018, el porcentaje ha subido ocho puntos, del 29 % al 37 %.

En Caixabank aseguran que «es cierto que algunos clientes (principalmente el colectivo de usuarios de edad más avanzada) sigue operando con libreta, pero es un soporte que otros segmentos de clientes (principalmente los jóvenes) ya no utilizan, hecho que se demuestra con el ejemplo de ImaginBank, en el que toda la operativa financiera se realiza a través del móvil. Este hecho también se refuerza con el incremento de consultas y transacciones realizadas con tarjeta en el cajero o desde la banca online». El banco con sede en València «facilita la libreta a todos los clientes» que la solicitan. No obstante, «se trata de un formato con una demanda cada vez menor, por lo que, a día de hoy, son escasas las aperturas de nuevas libretas. Por ello, la actividad principal de CaixaBank en esta materia consiste en renovar aquellas libretas de clientes, normalmente de mayor edad, que hacen uso habitual de ellas, a la vez que la entidad apuesta por la banca electrónica y la digitalización, así como por ofrecer la posibilidad de realizar todas las gestiones exclusivamente a través de aplicaciones móviles y redes sociales».

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