Así que estábamos donde estábamos, a saber, en la flamante Facultad de Bellas Artes y aquí viene el problemón, macho, que consiste en que si quieres ser profesor en la institución tienes que ser doctor, es lo que tiene la universidad. Ya hubo entonces sus más y sus menos, recuerdo oír decir al profesor y pintor Joaquín Michavila, especialista en didáctica de la plástica, que la tesis doctoral de un pintor debía ser una exposición. Pero no. Aquí estamos en una universidad y hay que investigar de verdad, no pintando cuadros, sino juntando letras. ¿Y como coño vas a investigar si no has sido formado para investigar? Pues investigando sobre ti mismo, tema que se supone (gnothi seautón) que conoces.
Así que durante unas cuantas temporadas fueron tendencia, como dicen los llamados estilistas, las autotesis, que suelen tratar de tristes obras de artistas tristes que contagiarán su tristeza a los alegres alumnos como estos no se anden con ojo. O no. Porque si no quieres mancharte las manos con abstrusa teoría puedes recurrir a una de esas ratas de biblioteca que te hacen una tesis a medida de tus aspiraciones intelectuales y de tu bolsillo. A ver, una tesis sobre física de partículas no te van a hacer (creo), ¿pero una sobre algo supuestamente artístico? Las ratitas son muy dicharacheras y con un poco de palique ya está. Bien. Ya con la tesis doctoral hecha „de un modo u otro„ hay que moverse (mejor si has comenzado antes a hacerlo) por los entresijos de la institución. «La familia siempre te va a apoyar, pero recuerda que algún día la familia te pedirá tu voto». Eran tiempos de hierro. Pongo esto de la familia no porque hubiera lazos consanguíneos (que también, si bien lo miras) sino para darle un poco de dramatismo y ambiente a la columna. Curiosamente de mi curso habrá 3 ó 4 profesores a lo sumo en la facultad. De los otros cursos hay overbooking. De modo que una vez establecidas las bases la facultad despegaría no solo hacia el mundo sino hacia el espacio exterior: cátedra de performance (flipa); departamento de multimedia (que casi nadie sabe lo que es pero mola un montón); master en instalaciones. Alucinante. Burriana, París y Londres. Por cierto, que actualmente en BBAA se ofrece un master sobre como organizar una exposición en todos sus aspectos, exactamente el tema de un curso que propuse a requerimiento del decano de entonces que en un alarde de educación y savoir faire ni me contestó. Ya supuse que lo que el decano esperaba de mí era un proyecto de curso sobre los secretos del arte, lo que esperan siempre los que no tienen mucha idea de que va todo esto. Pues ni me creo ese master ni tampoco mi proyecto de curso, más bien creo que como la experiencia no hay nada y que las cosas se aprenden mejor haciéndolas (con galerías y catálogos de verdad) y no tomando apuntes. Apuntes que por cierto dictará alguien que, suponiendo que haya expuesto alguna vez, me gustaría ver su exposición.
