A finales de los años setenta Vicent Martínez (Burjassot, 1949) ya había realizado un primer tramo de su recorrido profesional; unos inicios como creador gráfico que dieron paso al diseño industrial y el grupo Nuc, donde exhibe su adherencia por el diseño nórdico. Después de la disolución del grupo, Vicent Martínez y Lola Castelló, su mujer y colaboradora, fundan Pam i Mig, estableciéndose en una antigua carpintería de Burjassot donde continúa su trabajo de creación dentro de las coordenadas del mobiliario contemporáneo que comienza a renovar los interiores valencianos.
Las dos primeras aventuras profesionales acabarán desembocando en el año 1980 en la fundación de Punt Mobles, la marca que se convertiría, con el paso del tiempo, en el buque insignia del diseño valenciano; una cuña creativa en un horizonte industrial de marcado signo conservador. A la labor de diseñador, Vicent Martínez, une ahora la de empresario, la de editor de mobles, un ejercicio profesional que habrá de consensuar con la de creador. La colección Concert que presenta en 1984 supone una inflexión en la línea creativa de Punt y prepara el camino para futuros proyectos, y que darán como resultado el diseño de un «artefacto» para guardar libros que recibe el nombre de La Literatura. «En aquellos momentos, recuerdo que era julio de 1985, yo iba a la búsqueda de un producto que fuera potente, diferenciado y que colaborará a proyectar el discurso que estábamos haciendo en Punt Mobles» señala Vicent Martínez a propósito de la génesis. La pieza resultante de esa búsqueda creativa será una gran estantería, una misteriosa biblioteca «ambulante» que comienza a comercializarse a finales de ese mismo año de 1985.
Treinta años después, La Literatura, que ha protagonizado sucesivas relecturas en su diseño, es la protagonista principal de la exposición que se puede ver en la Escola d´Art i Superior de Disseny de Valencia a lo largo de este mes de octubre. «El proyecto tuvo su origen a raíz de una conferencia inaugural que di en el centro y se pensó que podía ser un buen momento para reflexionar sobre lo que había significado La Literatura como diseño» comenta Vicent Martínez. El nacimiento de este mueble-biblioteca destinado a convertirse en una pieza singular de muchos hogares coincide con un momento de efervescencia en la sociedad valenciana y en el horizonte del diseño valenciano. Desde la administración autonómica con el Impiva como brazo promotor se impulsa esta nueva ola creativa. Un grupo de diseñadores de diferentes especialidades se reúnen bajo el nombre de La Nave; el colectivo, después de su desaparición, dará paso a una serie de equipos creativos y profesionales: Paco Bascuñán, Nacho Lavernia, Daniel Nebot, Marisa Gallén, Sandra Figuerola, etc.
Es también el momento que desde el frente de la moda el diseñador Francis Montesinos cruza la línea roja de los desfiles presentando un gran espectáculo en la Plaza de Toros de Las Ventas de Madrid con el Made in Spain como bandera. El diseñador exhibe músculo y opulencia mediterránea en el coso taurino. Ese mismo año, 1986, La Literatura muestra sus rotundas formas arquitectónicas en la Feria de París como primer gran escaparate internacional. «Hay que señalar -recuerda Vicent Martínez- que al principio hubo un cierto escepticismo, una cierta reserva por parte de nuestros comerciales hacia La Literatura a la hora de introducir este nuevo diseño, pero rápidamente se disiparon ante el impacto que tuvo en el certamen y en ese mismo año conseguimos que se posicionara en más de 130 ciudades de todo el mundo». «En un principio causó una cierta extrañeza, no era una tipología asociada, resultaba, si quieres, un producto extraño en el mercado, hasta algunos nos preguntaban si se trataba de un producto para decorar el stand».
«Creo que fundamentalmente La Literatura es un producto con una capacidad de comunicación muy fuerte» reflexiona Vicent Martínez a propósito de las claves del éxito del diseño. «Es un producto que comunica, que habla, señalado por la contundencia de las ruedas que son el eje de la historia y, por supuesto, el aspecto funcional que posibilita una mejor ordenación y visibilidad de los libros». Fans y promotores del diseño serán entre otros, Fernando Amat, que desde la emblemática -y ahora desaparecida- Vinçon la comercializa o Terence Conrad, el creador de Habitat, que le reserva un espacio destacado entre su colección de diseños.
«Otro aspecto -señala Vicent Martínez- es la capacidad de transformación, es un espacio que esconde y a la vez te descubre cosas permanentemente, para un objeto que no deja de ser una estantería, cuatro tablas sobre unas ruedas». «Por otro lado -continua Vicent Martínez- no es un producto que imite a otros productos o que siga una corriente, nace de un discurso de diseño que cree que en la austeridad, en la simplicidad y en la funcionalidad. Y con una carga de emoción que está implícita en el propio producto». Y concluye: «Fue el producto por el cual Punt Mobles adquirió notoriedad, en los años en que aquí se copiaba el diseño italiano, gracias a La Literatura en Italia se nos comenzó a respetar».
