Intramurs, per l´art a València, es un festival de arte urbano que ha celebrado su segunda edición entre las antiguas murallas de la ciudad. Se trata de un evento independiente que cuenta con la colaboración del Ayuntamiento que, al igual que en la edición anterior, asume el coste de cartelería y planos, además de proporcionarnos los imprescindibles permisos. El proyecto surge como alternativa de crisis frente al ostensible fracaso de las políticas destinadas al monocultivo del turismo y busca llenar de arte las calles de Ciutat Vella. Con esta intención, hemos ocupado todo tipo de espacios con actividades inusuales, ofreciendo una multiplicidad de propuestas que han supuesto un notable salto, tanto en términos cualitativos como cuantitativos.
De entre ellas queremos destacar la intervención en la plaza de la Virgen de la holandesa Monique Bastiaans, una gran instalación participativa que puede considerarse la primera intervención laica en esta plaza, reservada hasta ahora para eventos religiosos. También fue brillante la intervención de Valcárcel Medina, premio Velázquez de este año, que ubicada en la confluencia entre la calle Alta y la calle Baja, jugaba con las posibles asociaciones entre dos frases con sentido bien diferente: no tener palabras y no tener palabra.
Otras intervenciones relevantes han sido las de Democracia, una colección de gigantescas banderas anarquistas atravesando la calle Caballeros, el mural de Boa Mistura, la intervención de Mmmm, que cortaba el paso de una calle con una sutil membrana, o las esculturas de basura de Trahsformaciones en la Plaza de Tetuán. En esta última ubicación tuvo lugar también la acción de Laura Cazzaniga que prendió una gran línea de fuego frente a Capitanía para acompañar el homenaje poético de Massimo Mazzone y la Escuela Moderna/Ateneo Libertario a la heroica Columna de Hierro, un emotivo ejercicio de memoria encuadrado dentro del área Arte contra la Ley Mordaza. La poesía, en todas sus versiones, ocupó un lugar destacado dentro del programa, siendo inolvidables las presentaciones de Peru Saizprez, Pía Sommer, Cataclistics, Antonio Cordero, Dionisio Cañas, Aníbal Cristobo, David Benedicte o Rodolfo Franco que ligaba la poesía visual con un apretado programa de performance dentro del que hay que destacar las acciones de Víctor Bonet, de Pepa Castillo, de Lorena Izquierdo, del colectivo Albastru y la de los holandeses Judith Leyner y Nikola Knezevic.
También fue reseñable el taller tecnológico de Raúl Marroquín y la propuesta culinaria de Fausto Grossi así como la performance de inauguración de Jaime Vallaure, que nos invitó a reflexionar sobre el carácter simultáneamente protector/represor de las tecnologías de la seguridad, tomando como ejemplo las murallas que acogen y dan nombre a nuestro festival. En el campo del arte sonoro tuvimos varios conciertos que destacaron como los de Llorenç Barber y Ángela García en el Estudio de Fuencisla Francés o el de la Coral Polietnofónica en la capilla de La Beneficencia.
En la sección de Mini Intramurs, cabe destacar el taller de Mini mapas y el de Contemos un cuadro, que se celebró en el mágico espacio de los Baños del Almirante. También participaron muchas galerías de arte como Espai Visor, Misterpink, Rosa Santos, Set Espai d'Art, Punto/Área 72 y Del Palau y espacios de ocio como El Víbora, donde se ha rememorado su pasado como bar de ambiente cuando era La Guerra. Además, se pueden contar hasta 25 espacios entre talleres y estudios de artista, de arquitectura, de joyería y de diseño, que abrieron sus puertas como espacios expositivos o para que pudiéramos ver sus procesos de trabajo. Pero el pensamiento y el debate también han tenido su espacio. En unos casos para tratar cuestiones que nos atañen directamente en mesas como la de educación, las problemáticas del barrio o el arte urbano de Holanda (país invitado en esta edición) y en otros sobre temas de actualidad, como en la de la Ley Mordaza, la de sexualidad o la de arquitectura y sostenibilidad. Extenuado, como todos mis compañeros y compañeras -por el enorme esfuerzo que supone sacar adelante un proyecto como éste sin ningún tipo de subvención-, pero enormemente satisfecho por la excelente respuesta de público y vecinos, aprovecho estas líneas para pedir, en nombre de todo el equipo Intramurs, sólo una cosa: que nos dejen hacer.
