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De calle y de galería

De calle y de galería

Singular apuesta de esta galería igualmente singular que nos tiene acostumbrados a compaginar la obra de artistas con la inclusión en su programación de otros trabajos limítrofes con el diseño y la artesanía o, casi me atrevería a decir, pequeñas obras de arte con una función añadida (de valor ya vamos servidos con el IVA) a la meramente estética. En esta ocasión, Reyes y Juan van un paso más allá con un par de artistas conocidos especialmente por sus obras e intervenciones en la calle, en la esfera pública (como parece obligado decir ahora): LUCE y El tono.

Desde los inicios ochenteros del graffiti de raigambre suburbana (el metro como paradigma), han sido más que numerosos los intentos de mostrar entre las paredes de las galerías lo que inicialmente surgió fuera de ellas. Casos emblemáticos fueron Keith Haring (quien siempre compaginó fuera y dentro) y Michel Basquiat (quien rápidamente se interiorizó). Pero mucho más abundantes han sido los anónimos fracasos reiterados, bien al compaginar actividades paralelas y productos complementarios de todo tipo. Incluso ha habido un desprecio y rechazo por parte de este sector hacia el mundo del mercado del arte. Desde esta perspectiva cabe aproximarse con la mirada limpia a una de las propuestas más serias y coherentes que he visto hasta la fecha para articular una serie de soluciones claramente integradoras de éste y otros problemas nada fáciles de resolver.

El primero, mantener un claro hilo conductor que sabe tejerse de un modo pertinente a cada contexto (la calle, la sala). El segundo, trabajar en equipo de tal modo que las obras son un producto indivisible de ambos, LUCE + El Tono va a ser un tándem que va a rodar, y mucho, de ahora en adelante. El tercero, no perder el origen, el espacio público, y saber ampliarlo más allá del tag, la pieza, la pintada. El cuarto, incluir el tiempo, cuarta dimensión nada cubista y sí procesual, documental, videográfica.

Tras tres intensas semanas de actividad en la calle, en el taller, en la galería. Tras muchas horas de diálogo constante, de pruebas y ensayos, de intentos fallidos abandonados e innegables aciertos que a la vista están, el espectador se enfrenta a un conjunto de cuatro propuestas diferentes pero estrechamente conectadas. El nexo de unión es la relación directa fuera /dentro, la escala real 1:1 que se mantiene imperturbable en sus variaciones: el periscopio, el asiento plegable, los agujeros-escalera, los medio compases de colores, han estado o están en la calle y siguen estando en la sala. Dando un giro copernicano al origen ochentero antes aludido, a ese irrefrenable y juvenil getting-up (dejarse ver) que lo inundaba todo con las firmas marcadoras de territorios invadidos, LUCE y Eltono nos proponen un inteligente y sensible cambio de punto de vista como elemento transformador de la realidad que nos rodea. Toda una invitación para disfrutar de lo cotidiano tras una óptica teñida de ironía, de capacidad relacional, de juego contextual. La magia está servida.

*Crítico de Arte y profesor de BBAA

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