El maestro Fabio Biondi es uno de los nuevos co-directores musicales de Les Arts-Reina Sofía. Pero es también un viejo conocido del público valenciano. Con o sin su formación, Europa Galante, nos ha visitado en numerosas ocasiones y en el recuerdo de todos los aficionados están sus extraordinarias interpretaciones de Norma de Bellini, Anna Bolena de Donizetti o Adriano in Siria de Veracini en el Palau de la Música de Valencia.
Sería muy extenso referir la larga y exitosa carrera musical del maestro, baste recordar que es uno de los más prestigiosos especialistas en el ámbito barroco, tanto por sus investigaciones y recuperaciones de obras menos conocidas como por sus fieles y documentadas ejecuciones de las mismas.
En su presentación dirigiendo una ópera en Les Arts, y más concretamente en la sala Martín i Soler, nos trae una de las óperas más bellas e intrigantes de uno de los compositores más populares de la música y de la ópera barroca: la ópera Silla del compositor alemán Georg Friedrich Haendel.
Haendel introduce la ópera italiana en Londres con el estreno en 1711 de Rinaldo, a la que seguirá la menos exitosa Il pastor fido. Tras la cual, recibe el encargo de escribir esta ópera basada en la vida del político y militar Lucio Cornelio Sila, con libreto de Giacomo Rossi basado en textos extraídos de las Vidas Palarelas de Plutarco.
Su génesis y su interpretación pública están rodeadas de misterio. No se conocen bien las circunstancias de este encargo, ni siquiera la identidad del comitente. Aunque el libreto manuscrito firmado por Rossi lleva una dedicatoria al Duque de Aumont, a la sazón embajador del rey de Francia, que se encontraba en ese momento en Londres para negociar el tratado de Utrecht que ponía fin a la Guerra de Sucesión española. Lo cual resulta algo sorprendente en tanto que la acción presenta en escena a un degenerado dictador que violó las leyes de la república romana.
Tampoco hay seguridad sobre su primera representación o si ésta fue la única. Se señala el 2 de junio de 1713 en Burlington House (actual sede de la Royal Academy or Arts) en Londres, o bien el Queen´s Theatre en Haymarket, también en Londres. La única certeza en torno a esta obra es que parte de su música se utilizará por Haendel para su posterior Amadigi di Gaula.
En el encuentro con el público organizado por Les Arts nos cuenta el maestro Biondi que cuando tenía diecisiete años, siendo violinista, fue preguntado por una ópera de Haendel para su puesta en escena, no dudó en recomendar Amadigi di Gaula por la belleza de su música. La elección de Silla para la temporada de Les Arts ha sido, por tanto, muy fácil. La obra sobre el dictador romano conserva la excelente música de Haendel, con un libreto más intenso y una duración más breve, más adecuada para el público actual.
La partitura, según nos indica, está completa. Se dispone de todos los recitativos, de todas las arias, pero se han suplido algunas lagunas dramatúrgicas del libreto con música instrumental del propio compositor como, por ejemplo, la tempestad del tercer acto que pertenece a su ópera Riccardo primo, re d´Inghilterra.
Es una música típica del lenguaje handeliano de aquella época de su irrupción en Londres, con el ímpetu de su creatividad tras su paso y aprendizaje por Venecia y Roma, que es dirigida por Biondi con arreglo a criterios interpretativos originales sin renunciar a la utilización de instrumentos modernos. Resalta el maestro la calidad, la disponibilidad y la flexibilidad que la orquesta de la Comunitat Valenciana ha demostrado durante los ensayos, absorbiendo y asimilando ese lenguaje interpretativo.
La puesta en escena corre a cargo de Alessandra Premoli que, además de directora de escena, es escritora de obras dramáticas. Formada en Ciencias Teatrales, Cinematográficas y Televisivas en la Università degli Studi de Milán, ha estudiado asimismo Ciencias y Técnicas teatrales en la Universidad (Instituto Universitario de Arquitectura) de Venecia. Realizando su tesis sobre la ópera de Francesco Cavalli (1602-1676), La Virtù de´ Strali d´Amore.
Nos comentaba Premoli que en esta obra no se produce la interrupción de la acción, típica de las obras barroca, provocada por la interpretación de las arias sino que la intensidad y rapidez de los acontecimientos de la trama del libreto, junto con la brevedad de los recitativos, producen una continuación de la acción a la que contribuye igualmente la ejecución de la música.
La trama es también mucho más clara que en otras óperas barrocas y se articula a través de las interacciones de la pareja protagonista (Silla y su esposa Metella) con otra pareja amiga (el tribuno Lépido y su esposa Flavia) y otra pareja enemiga (el senador Claudio y su amante Celia). Este esquematismo en la estructuración de los protagonistas, y la claridad en la narración, facilita el seguimiento de la acción por parte del público.
Se ha optado, además, por una puesta en escena con una escenografía sencilla y elegante, que ayuda al público a comprender la historia tal cual es, al respetar la dramaturgia y tener en cuenta la pulsión de la música.
Añadían el director musical y la directora de escena que quizá el tema de la obra, la mala vida de Sila según palabras de Plutarco, o su intención política, provocaron que la obra no fuera interpretada en público en su momento y que su música, por su belleza, no cayera en el olvido y fuera aprovechada por Haendel con posterioridad.
La ópera ha sido únicamente puesta en escena dos veces en tiempos modernos, en París en 1990 y en el Festival Haendel de Halle el año pasado. Las representaciones en el teatro Martín i Soler de Les Arts en Valencia suponen, por tanto, su estreno en España.
