Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Keke Vilabelda

Flow

Flow

Una edificación abandonada tiene su halo de misterio, atrae las miradas, sugiere interrogantes, invita a pensar. Cuando en el paisaje urbano los perfiles se repiten, las estructuras, abandonadas o habitadas hablan, la mente del artista fluye. El trabajo de Keke Vilabelda (Valencia, 1986) explora los límites de la repetición formal en este sentido combinando diferentes materiales y técnicas. En especial experimenta con cemento y metacrilato sobre tabla creando cuadros, casi siempre de gran formato, que inspiran la robustez de un antiguo edificio soviético pero que surgen a partir de edificaciones de todo el mundo, de sus viajes y de su entorno cotidiano.

Su proyecto más reciente, FLOW, se expone en la Kir Royal Gallery y reúne una serie de piezas de distintos tamaños conjugando pintura e instalación con singular coherencia. A Vilabelda lo hemos visto exponiendo en el Suzhou Art Museum de China junto a Bernardo Tejeda y Luis Moscardó, en la Rodriguez Gallery de Poznan, Polonia, o en las Atarazanas de Valencia con Kalo Vicent, pero esta es su primera exposición individual en nuestra ciudad.

Al principio no reconocemos el tipo de pintura, accedemos a la galería y nos preguntamos con qué se ha intervenido el lienzo, pero no hay lienzo ni pintura al uso, las rugosas texturas que podemos contemplar adivinan materiales de construcción. Un juego de luces y sombras adentra en la noche al espectador que, como voyeur nocturno, ronda casas ajenas cuyas ventanas iluminadas o veladas parpadean tan rápido que parece una imagen fija. Las obras de Vilabelda son imágenes fijas y sin embargo tienen movimiento, es decir, fluyen.

Se siente el fluir de un ritmo que pese a lo abrupto de algunas rupturas conserva su armónica figura. Sucede una descontextualización del edificio en cuya ubicación no se ha pensado y vemos un retazo de vigas de hormigón apiladas, un esqueleto a medio construir, unos balcones recios y ventanales agrupados cual colmena. La belleza de lo sucio sin ser trash, tonos grisáceos con leves amarillos y morados a contraluz que de pronto exhiben un disparo de spray fluorescente aludiendo al afán de algunos arquitectos por levantar edificios espectaculares.

No se habla directamente de especulación inmobiliaria, ni de desahucios, ni de una época concreta. Los lugares retratados son actuales y han sido fotografiados previamente por el artista, quien nos cuenta que en Inglaterra lo llegó a detener la policía varias veces por fotografiar de forma un tanto indiscreta zonas que se consideraban estratégicas, ¿Pensarían que planeaba asaltar una casa buscando su punto flaco?

Las viviendas que figuran en sus cuadros generalmente forman parte de una construcción grande y aparatosa que llama la atención de Vilabelda por la falta de cohesión con su entorno, es entonces cuando toma la fotografía y empieza a pensar en cómo transferirla sobre una base de cemento. Todas las piezas se han producido entre 2015 y comienzos del 2016. La más reciente es una videoinstalación proyectada en el sótano de la galería, cuyas paredes están pintadas de negro y a oscuras, en colaboración con Manuel Sánchez, codirector de la revista de arquitectura y diseño Arqtist desde la que han editado además un vídeo promocional de la muestra. La proyección va acompañada por música del compositor francés Eric Raynaud aka Fraction, un referente en sonidos electrónicos e interacción multimedia.

Es la segunda vez, pero no la última, que Vilabelda lleva a cabo una colaboración multimedia con Sánchez, ya expusieron otra proyección más pequeña en Las Atarazanas, pero nunca antes había apostado por ahondar en el Mapping, técnica que consiste en crear imágenes que se proyectan sobre objetos tridimensionales, construcciones arquitectónicas y otras superficies, convertidas así en una pantalla de vídeo dinámica. Nuevos horizontes para un arte rotundo que no pierde su frescura pero se perfila con una evolución pictórica que promete.

Compartir el artículo

stats