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"Estamos aquí garcias a Internet"

"Estamos aquí garcias a Internet"

«Nos gustaría pensar que Dvein es un estudio de experimentación visual. A lo largo de estos casi diez años de vida, hemos ido mutando, trabajando en proyectos diferentes pero siempre hemos mantenido un denominador común y es la experimentación» comenta Teo Guillem sobre este espacio de creación y añade: «Es esa estimulación por entrar en un entorno desconocido lo que nos ha permitido avanzar y seguir apasionándonos con lo que hacemos».

La aventura profesional arranca años atrás, en la Facultad de Bellas Artes de Valencia; tres estudiantes, Teo Guillem, Fernando Domínguez y Carlos Pardo, estimulados por el paisaje digital en plena emergencia, deciden aunar esfuerzos. El proyecto creativo toma el nombre de Dvein, un misterioso gentilicio más propio de un centro de técnicas de relajación orientales que de un estudio de nuevas herramientas digitales. La gran oportunidad les llega cuando entran en contacto, en el Festival Off de Barcelona, con el diseñador Kyle Cooper, el mismo que ha puesto patas arriba los títulos de crédito con su transgresor grafismo para la película Seven (David Fincher, 1995) que los invita a trabajar en su agencia Imaginary Forces de Los Ángeles. «Fue un periodo apasionante, sentíamos que estábamos aprendiendo a pasos agigantados de la mano de un estudio de referencia mundial. Éramos conscientes de que ese período en Los Ángeles marcaría nuestra trayectoria e intentamos aprovecharlo al máximo, pasando muchas noches en vela para intentar llevarnos el máximo de aquella experiencia».

A su regreso a España se instalan en Barcelona, en el barrio de Poble Nou, junto a otros estudios creativos. Un impactante trabajo publicitario para la firma Diesel les sirve de trampolín profesional. Nombres como Converse, MTV, National Graphic, Canal +, Voll Damm€ se cruzan en su agenda profesional y creativa. El equipo pasa por una restructuración quedando Carlos Pardo y Teo Guillem al frente con la marcha de Fernando Domínguez. «Trabajamos como dúo de realizadores aunque nos gusta de vez en cuando ´meter mano´ en animación o dirección de arte. La manera de trabajar es totalmente horizontal y nos permitimos cambiar de roles indistintamente», señala Carlos. «Generalmente trabajamos como un único director que es Dvein, pero también en ocasiones hacemos proyectos individuales o colaboramos con otros directores, no nos gusta poner restricciones y todas las formas son válidas si el proyecto lo requiere».

Estos días se puede ver en las cadenas de televisión su último trabajo, un espot protagonizado por los célebres marineros y chicas con bustier de los icónicos perfumes Le Mâle y Classique. «La experiencia de Jean-Paul Gaultier ha sido increíble -comenta Teo-, sobre todo por lo que hemos ido aprendiendo durante el proceso y la gente con la que hemos trabajado. Ya habíamos hecho proyectos de rodaje anteriormente, pero nunca de esta magnitud y esa responsabilidad; eso hace que salgas de tu zona de confort y pongas todos tus sensores a trabajar para que todo salga bien». «El proyecto llegó con un pequeño guión escrito por la agencia -dice Carlos Pardo- y unas cuantas referencias visuales. Sobre ese guión fuimos construyendo la película, dándole una forma coherente a la narración, proponiendo un espacio que se enmarcaba tanto a nivel visual como de contexto. Hay que decir que fue un proceso creativo muy abierto ya que la directora creativa de la agencia confió en nosotros y nos dio libertad para plantear nuevas ideas» explica Teo Guillem, quien confiesa también que «gracias a los proyectos comerciales podemos financiar nuestros proyectos más personales, ese es nuestro objetivo».

«Empezamos a trabajar en publicidad en España en el periodo que podríamos llamar de ´precrisis´», recuerdan los dos realizadores. «En ese momento las agencias apostaban por estos nuevos formatos, más creativos y experimentales, no había tanto miedo a la experimentación. Aún recuerdo aquella campaña que se hizo para la comunidad de Castilla-La Mancha en el año 2004 que era puro grafismo experimental, pero en los últimos años -indica Carlos Pardo-, la mayor parte de la publicidad española se ha refugiado en formatos clásicos, que a nosotros nos ha dejado bastante fuera del juego. Afortunadamente las agencias en estos últimos tiempos empiezan a tener más recursos y los creativos a proponer cosas un poco más experimentales».

«La continua y veloz evolución de la tecnología hace que el paisaje del grafismo por ordenador esté en continua transformación», señala Teo Guillem sobre el momento profesional. «Hace como unos diez años el uso del 3D en el grafismo era lo más señalado y como reacción a ese mundo más frío y digital volvieron con fuerza tendencias de animación más tradicionales como el 2d o el frame a frame; ahora, en estos últimos años, se está observando que ambos mundos pueden funcionar excelentemente combinados y no hay razón para escoger uno u otro». «Toda esta revolución -apunta Carlos Pardo- resulta muy excitante para cualquier creador, el problema es que te falta tiempo para poder probarlo todo. Y eso sí que es desesperante».

«Ahora es más difícil destacar. Hoy en día no vale con hacer un único trabajo brillante y echarse a dormir -indica Teo-; Internet, las redes sociales, el hambre por devorar contenido diariamente hace que un vídeo bueno permanezca en tu retina varios días y pocas veces sabrás quién es el autor». «Sólo con una trayectoria coherente -señala Carlos-, puedes posicionarte y generar un poso o una memoria perdurable en el espectador. Pero no se puede olvidar que, precisamente, Internet nos puso donde estamos, que estamos aquí gracias a Internet ya que antes nuestro trabajo no habría traspasado nuestras fronteras».

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