Una de las últimas novedades de libros dedicados a la isla cubana es la que rubrica la fotógrafa catalana Nuria López Torres (1968), autora de la monografía Sex and Revolution in Cuba (2016).
El libro de 144 páginas incluye textos del profesor Abel Sierra de la New York University; la activista cubana Mercedes García y la propia fotógrafa Nuria López Torres. Está ilustrado con fotografías en color sobre el colectivo de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales, que tiene su representación en Cuba, con un apéndice explicito de las biografías, de los protagonistas fotografiados en el libro.
La edición de esta obra es un paso adelante en la trayectoria de esta fotógrafa que ha dedicado, los últimos años de su carrera profesional, al universo del colectivo LGTB disperso en América Latina y Europa.
Trabajos fotográficos de López Torres son los dedicados a lesbianas, homosexuales y transexuales de países latinoamericanos como Brasil, Cuba y México y una experiencia en Turquía. Una temática que López Torres ha desarrollado en las series: Muxes, The girl from Ipanema, Transhabana, Princesses, Red ligth in Istambul, etc. De todos esos proyectos ha escogido Cuba para editar su primer libro sobre cuestiones de género.
¿Cómo acogerán este libro en la isla? Se supone que bien pues, no en balde, la posición del Gobierno cubano ha cambiado mucho al paso del tiempo. Cuba pasó de la persecución de estas minorías en 1960, al reconocimiento del colectivo por el Gobierno actual que, desde el año 2000, tiene un Centro Nacional de Educación Sexual dirigido por Mariela Castro Espín, hija del actual presidente cubano.
Consciente del reto que suponía fotografiar una realidad donde había «malas experiencias porque vivían en un país con mucha homofobia y transfobia», la autora del libro consigue no sólo unas excelentes imágenes de ese colectivo a través de sus apartamentos, desnudos, vida callejera, expresiones afectivas, maquillaje personal, etc., con fotografías turbadoras como el travesti con su peluca en un baño masculino; los zapatos femeninos colgando de un muro; las manos enjoyadas para la actuación en un club nocturno, etc., que compagina hábilmente con secuencias nocturnas en las calles de La Habana, testimonio tanto de la vida íntima como de la vida pública de ese colectivo.
