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Fotografía

El fotógrafo valenciano: Francesc Jarque

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El fotógrafo valenciano: Francesc Jarque

La historia de la fotografía valenciana del último medio siglo transcurrió en cierto modo en tres ciudades españolas. En Madrid donde estaba Gabriel Cualladó (1925-2003), en Barcelona donde trabajaba Agustí Centelles (1909-1985) y en Valencia donde hacia fotos Francesc Jarque (1940-2016). Los tres fotógrafos tuvieron algo de común. Hicieron un trabajo fotográfico sensible con la vida cotidiana. Ahí están las secuencias de la guerra civil en Barcelona de Centelles; los retratos de los padres de Cualladó en Massanasa y la serie de retratos callejeros de la Valencia de los sesenta cuando Jarque se inicia en la fotografía.

Ahora que Jarque acaba de faltar (11-09-2016) bueno es recordar algunos aspectos relevantes de un fotógrafo que se inició en la Estampa Popular de Valencia (1964-67), trabajó con Andreu Alfaro en una Agencia de Publicidad y junto a la periodista María de los Ángeles Arazo; la historiadora Trinidad Simó o el escritor Francesc Pérez Moragón, ilustró algunos de los mejores libros sobre el País Valenciano: Valencia centro histórico, guía urbana y de arquitectura (1983); Artesanos de Valencia (1986); Arquitectura gótica valenciana (1991), etc.

El volumen de libros ilustrados con el trabajo fotográfico de Jarque y el trabajo literario de María Ángeles Arazo, publicados por instituciones valencianas, cubren sin lugar a dudas los aspectos más diversos de la cultura y actividad festiva de la capital. Citemos, entre otros, los libros Las fiestas de Valencia (1986); Valencia próxima (1991); Fallas, delirio mediterráneo (1999), etc

Estamos hablado de un autor que se inició con una estética en blanco y negro, una fotografía muy contrastada y una temática de personajes populares donde retrataba a guardias municipales, sacerdotes, campesinas de negro, junto a paisajes singulares, como el toro de Osborne, anuncios de Coca Cola o un carricoche vendiendo helados en la playa.

Las fiestas populares y los retratos fueron la temática prioritaria de su fotografía en los primeros años de su andadura como autor, antes que se dedicara preferentemente a ilustrar libros, como los de Arquitectura Barroca Valenciana (1993) y Arquitectura Renacentista Valenciana (1994), escritos por el profesor Joaquín Bérchez y editados por Bancaixa. De las fiestas y tradiciones populares, destacar los reportajes sobre el Misteri d´Elx y el Corpus de Valencia.

Acerca de su compromiso profesional citar su defensa de la libertad de expresión en el ejercicio de su oficio, cuando en la transición fue detenido y encarcelado por negarse a entregar a la policía la cámara fotográfica, tras reportear una manifestación en Valencia (1979). Fue encarcelado en el verano de 1981 y lo indultó Fernández Ordóñez, siendo ministro de Justicia en el Gobierno de Adolfo Suárez.

Uno de lo criterios que me gustaría destacar de este fotógrafo fue su pasión por la geografía humana que definía como una asignatura obligada «pel seu extrem interés, per als nostres mandataris, a més de les ja comunes de simbología ornamental i nomenclatura descriptiva a l´hora d´estudiar el nostre país".

Sus retratos más significativos son, a mi entender, las instantáneas que dedicó al pueblo valenciano, como protagonista de las fiestas y que plasmó en el proyecto La Nostra Gent (1982).

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