Hablar de Kati Horna es hablar de una artista formada en la mejor escuela fotográfica húngara del siglo pasado de donde surgieron fotógrafos del interés de Robert Capa, Imre Kertész y László Moholy-Nagy.
El trabajo de esta artista se desglosó, principalmente, en países como Francia, España y México, y con una obra fotográfica muy distinta. Alumna de Josep Pecsi en Budapest y ayudante de la agencia Dephot en Berlín, al llegar a París en 1933 se incorporó a la Agence Photo, de donde surgen sus reportajes sobre El Mercado de las Pulgas y los Cafés de París que denotan una cierta influencia surrealista.
Siguiendo el ejemplo de reporteros gráficos como Robert Capa, Hans Namuth, Georg Reisner, David Seymour, Gerda Taro que viajaron a España para cubrir la guerra civil para la prensa extranjera (l´Humanité, Life, Ce Soir, Regards, Vu, etc. ), Kati Horna llegó a España en 1937 pero para trabajar en publicaciones anarquistas españolas. Así inició una serie de reportajes del frente de Aragón, Teruel, Valencia y Cataluña, que publicaría en Mujeres Libres, Tierra y Libertad, Tiempos Nuevos y sobre todo en la revista Umbral (1937-38), donde expresa una sensibilidad particular tanto por el campesinado como por las mujeres y los niños . Inolvidables, asimismo, sus retratos de Emma Goldman, Borrás Casanova o José Horna, con quien se casaría mas tarde.
Al término de la guerra Kati y José Horna, tras pasar por los campos de concentración franceses, llegan a Perpignan y luego a París, donde la Agence Photo, les da trabajo y pueden sobrevivir. Apenas unos meses después y sin papeles en la capital francesa, consiguen embarcarse en el vapor De Grasse llegando a Veracruz el 30 de diciembre de 1939.
La etapa mexicana de Kati Horna (1939-2000) es sin lugar a dudas la más fructífera de esta autora. Destacan los retratos de artistas y escritores -Juan José Arreola, Leonora Carrington, Elena Poniatowska, Vicente Rojo, Remedios Varo- y los reportajes gráficos del manicomio de La Castañeda y de los Títeres en la Penitenciaría, así como sus colaboraciones con los mas reputados arquitectos mexicanos de la época: Ramiro Alatorre, Matías Goeritz, Ricardo Legorreta. Destacar, asimismo, su colaboración en la revista mexicana S.nob creada en 1962 por los escritores Salvador Elizondo, Emilio García Riera y Juan García Ponce, donde recupera una estética surrealista que desglosa en portadas y fotos interiores que evocan temas como la muerte, los fetiches, las muñecas, etc. En esa revista coincide con escritores surrealistas como Edward James, Leonora Carrington o Remedios Varo.
Al llegar a este punto habría que rememorar la casa de los Horna en la Colonia Roma de la capital mexicana. La casa mágica sería el lugar de reunión de los surrealistas europeos: Leonora Carrington, Benjamin Péret, Alice Rahon, Eva Sulzer, Remedios Varo, Chiki Weisz, etc., y el lugar de creación plástica de José Horna así como el laboratorio fotográfico de Kati Horna.
No hay duda que a la modernidad de la fotografía mexicana de los Álvarez Bravo, Agustín Jiménez o Tina Modotti, hay que añadir la obra mexicana de Kati Horna.